Loki

La segunda temporada de la serie del Dios del Engaño aterrizó el pasado seis de octubre en Disney Plus, estrenará un capítulo semanal cada viernes y promete resucitar el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) liberándolo de su propia, eminente y reciente mala racha

Volver a ver a Loki es reconfortante; un regreso al hogar conocido, cálido. Casi pareciera que la empresa de la que Feige es mandamás aún no ha estrenado Hulka, Ms Marvel o Invasión Secreta, y que olisquea de cerca la coronación a pocos días del estreno de Infinity War. Que Marvel sigue siendo Marvel, mantiene su esencia, a Tom Hiddleston con su apariencia elegante de foto de carné y un argumento convincente directamente manado de los cómics, que es donde se construyen los relatos de superhéroes, y no en oficinas de rascacielos de Los Ángeles pensando únicamente en ganar reproducciones a golpe de lo mismo.

La segunda temporada de Loki contrasta directamente con lo peor de Marvel en los últimos tiempos. Deja entrever en su capítulo de estreno que apuesta por una trama convincente, de vuelta a los orígenes de Los Vengadores en 2012, continuista con respecto a lo visto en la temporada anterior, pero indudablemente salpimentada con una pequeña dosis de innovación; lo suficientemente refrescante como para que el conjunto no sepa igual. Aunque no apostata de su esencia original, Loki se sabe fresca, cual si fuera una nueva versión de la receta del riquísimo cocido familiar; como si Loki se sentara fraternalmente a ver a uno, y no al contrario.

El primer capítulo empieza sin saltos temporales ni cavilaciones. Frenético. Justo donde se dejó la acción en la temporada anterior, sin oportunidad para descolocar al espectador. Loki sufre ahora de dolorosos estremecimientos que lo entrecierran en continuados viajes al pasado y al futuro sobre los que no tiene control. Mientras, la línea temporal se ramifica como consecuencia del asesinato de una de las versiones de Kang por parte de Sylvie, la variante femenina de Loki, en la temporada uno. Un argumento que, bien barajado y correctamente hilado, puede desembocar en una temporada de momentos para la posteridad y persecuciones de las diferentes variantes de un Kang que, seguro, parecerá sacado directamente de las historietas.

Mantiene Loki, además, ese humor satírico hecho a base de personajes que parecieran haber sido originalmente creados en una sitcom estadounidense y luego puestos ahí, en la Autoridad de Variación Temporal (AVT), a inmiscuirse en una historia de multiverso, variantes de uno mismo y viajes a través de la historia y el futuro que tan buen resultado le ha dado a Marvel Studios en el estreno de la segunda temporada de Hiddleston como protagonista: 10,9 millones de visitas en su primer fin de semana, lo que convierte a Loki en el segundo mejor estreno en la historia de Disney Plus; tan solo superado por el debut de la tercera temporada de The Mandalorian, que aterrizó en la plataforma de streaming de la Casa Disney el pasado mes de marzo.

Con la confianza obtenida de las buenas reseñas vertidas por los fans y los críticos hacia su primera temporada ha construido el equipo creativo y directivo de Marvel la segunda parte de Loki. Así lo ha certificado la semana pasada el propio Kevin Wright, productor ejecutivo de la serie que lidera el protagonista encarnado por el británico Tom Hiddleston.

Todos están apostando muy fuerte. Adentrarnos en un mundo que sabemos que entusiasma al público nos produce una enorme satisfacción.

Kevin Wright, productor ejecutivo de Loki, declara para la promoción de la segunda temporada del proyecto de Tom Hiddelston en solitario

Quizá Loki sea la medicina que necesitaba Marvel Studios para resurgir, eso se sabrá en cuanto la temporada llegue a su final, pero lo que está claro, con el primer capítulo de su segunda parte en la mano, es que Tom Hiddleston promete reconquistar Disney Plus, actualmente dominada por Star Wars tras la brillante serie de Ahsoka, así como entregar un proyecto que, bueno o malo, ante todo huela a Marvel y se inspire en el legado del inmortal Stan Lee. Al cabo, Loki siempre será una vía de escape; una vuelta a casa, a lo conocido y a la idea originaria de Marvel Studios para su proyecto cinematográfico.

Por Raúl R. Méndez

Sigo creyendo que Jon Nieve debió haberse sentado en el Trono de Hierro. Fan de Hombres G, Taburete y la música pop española en general. Algunos dicen que me asemejo a Peter Parker, aunque juro y perjuro que Nueva York la he recorrido andando. Me enamoré del Atlético de Madrid cuando por primera vez pisé el Vicente Calderón en una gélida tarde de invierno. Y de Rafael Nadal en aquel primer Roland Garros que le vi ganar.