El pasado viernes 25 de agosto, la banda asturiana conquistó al público ferrolano con un concierto en el que no se paró de cantar y bailar.
Las fiestas de Ferrol dieron su pistoletazo de salida el domingo 20 de agosto y terminarán de la mano del mes de agosto. Y como no podía ser de otra manera, el cartel reunió actividades de todo tipo y artistas como Marlon, Camela o La La Love You.
El viernes es sinónimo de fiesta, y eso sin duda no faltó en una Plaza de Armas llena de jóvenes. Y en este caso, los culpables de ello fueron los cinco amigos que conforman la banda de moda, Marlon.
La noche empezó a las diez y media con una cuenta atrás acompañada de los músicos, para así trasladarnos con la voz de Adrián Roma al 96.
La canción inicial ya había reafirmado que Marlon son los Hombres G o Pereza de la Generación Z. Y volvieron a recordar sus inicios con clásicos sentimentales como 24/7 o Marzo en febrero o con clásicos llenos de ritmo como Me supo a poco o Tequila y Candela.
Después de un viaje al pasado a través de sencillos, la banda nos transportó, musicalmente hablando, a Chamberí. Y así embarcarnos en las canciones que formarán parte de su nuevo proyecto como Caos o Olvidé Olvidarte.
Y si hay algo que demostraron los cinco amigos durante todo el concierto fue que los clásicos nunca fallan como es el caso de Comértelo todo, entre otros. Pero, el tema que convierte el público en un karaoke colectivo durante sus shows es De Perreo, una canción que “les ha salvado de muchas”
El directo ya estaba llegando a su fin, a la par que las sorpresas. Hacía escasas horas que habían lanzado un nuevo sencillo, Xao, y no dudaron en cantarlo por primera vez bajo los focos.
Las despedidas nunca son fáciles por lo que para irnos diciendo hasta luego, la Plaza de Armas se llenó de un inmenso coro de jóvenes diciendo: Volveré.
El concierto único y lleno de buen rollismo también se cerraba por todo lo alto con dos de sus clásicos, Mi Macarena y Con uñas y dientes. Y entre un aplauso, los asturianos salieron del escenario. Eso sí, dejaron claro al público ferrolano que vienen con ganas de comerse el mundo, o mejor dicho, “comérselo todo”.