Bien pensado, Bukayo. Para el minuto sesenta y no se cuantos ya iban ganando los de rojo… Los otros, quiero decir. Y Bukayo Saka, un tipo del barrio de Ealing, al oeste del Londres, mira para atrás hacia la panda de :::Gunners::: que le siguen. Eran en total unos diez tíos, más o menos, cada uno de su rincón del mundo. Toda una panda de colgados, piensa, cada uno a su rollo, a su película. Bukayo les sigue mirando, se incomoda y les dice (con su acento del oeste de Londres), que quiero que se acabe el partido, que se acabe ya porque estoy harto de alemanes y salchichas y coches sin velocímetros y cerveza y nadie le hace caso porque Martin Ødegaard está jugando con el verde chillón de su brazalete y Martinelli está haciendo algo por ahí y tampoco encuentra a Gabriel Jesús, que lleva sentado en la banda desde que empezó la fiesta, está como ido, no, más bien… Tranquilo ¡Tranquilo!

                        QUEDAN 20 MINUTOS PARA QUE PERDÁIS LA ELIMINATORIA

… Pero Bukayo Saka cierra los ojos y se relaja. Los vuelve a abrir al rato y ve como el balón en los pies de Harry Kane (otro tipo de los bad boys neakbit de Londres, cómo los odiaba) rueda y rueda, al ritmo de las letras de la hinchada alemana. Serpentea con las palmas y salta con los olés, piensa Saka, la pelota y la música están… conectadas. Y Bukayo Saka también se conecta y de repente todo es dulce: él también danza con las palmas, es uno con la música. Por fin está en el partido. O estás en el partido o fuera del partido, le escuchó decir a un joven predicador con acento cansino de Oregón, y él, de repente, como por arte de magia, siente que ahora sí que sí está en el partido.

                          QUEDAN 15 MINUTOS PARA QUE PERDÁIS LA ELIMINATORIA

             Mientras camino solo por estas calles,

                     a través de este barrio al que llamo hogar

                            Sobre los campos de barones de Highbury

                                       ‘debajo de los estadios de piedra

El himno, ¡su himno! Está sonando en la cabeza de Bukayo Saka, alguien lo está cantando desde alguna parte. Lo oye como si viniera de un equipo de música, de un amplificador Tecnare T20 de última generación, desde el que suena clara y nítida… la música. Bukayo cierra los ojos, pero sigue viendo el balón bajo sus párpados. Ahora está saltando con los chifles, pero Bukayo no, porque ahora lo entiende, ahora él también está tranquilo. Está en la honda de aquella panda de colgados del norte de Londres vestidos como él, a quienes popularmente llamaban Arsenal, pero que entre ellos les gustaba conocerse como  :::Los Gunners::: Los Gunners de Highbury. Y él era ahora uno.

“Los alegres Gunners de Highbury invitan a quien quiera que pueda a jugar una pachanga contra nosotros” rezaba una pancarta que habían colgado en la puerta del estadio.

                         QUEDA 1 MINUTO PARA QUE PERDÁIS LA ELIMINATORIA. TENÉIS QUE MARCAR O 

                          NOS VAMOS A CASA

El tiempo ya no existe, se ha plegado con el césped y los dos se han mezclado. Bukayo ha descubierto que esa voz molesta que les recuerda a cada instante cuánto tiempo queda para que no se qué de la eliminatoria es en realidad la voz de Arteta, el entrenador. Lo grita desde la banda, agobiado, rompiendo en la sintonía… supongo que no está en el partido. Pero Saka no presta atención, ni a Arteta que grita, ni a Ramsdale que está corriendo detrás de una mariposa, ni a Harry Kane (condenado Harry Kane), ni a la afición, ni a las luces del estadio, ni a sus botas. Se le han caído. O al menos así lo siente, no lo sabe, lo único que sabe es que está en el partido. La música le empapa los oídos hasta que un repentino PÍ PÍ PÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ le fastidia todo el momento y es entonces que vuelve a abrir los ojos y el balón ya no está rodando, los jugadores se están marchando del césped, espera, espera, ¿nos han…?

Por telee04

Aspirante a comentarista. Fútbol champagne por bandera. "Non ridere, non lugere neque detestari, sed intelligere" Instagram: telee_04 Twitter: @_ErTele_

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