Septiembre está en la recta final, y con él, el verano. Pero las ganas de disfrutar de la música y los festivales continúan estando despiertas. El fin de semana del 29 y 30 de septiembre le ha tocado a la música urbana, más concretamente al rap

El recinto IFEMA ha albergado el esperado Madrid Salvaje, un festival protagonizado por los sonidos más underground y urbanos del panorama musical actual.

En la entrada, hay una larga fila de jóvenes con estilos muy ‘del rollo’, como lo denominan ellos. Gafas de sol con el cristal oscuro y las patillas metalizadas; bodys que parecen bastante incómodos de poner, pero que sientan de maravilla; pantalones extremadamente anchos, con todo tipo de estampados y rotos; riñoneras, gorras, y muchos, muchos tatuajes. Todos esperan a recoger su pulsera y poder acceder al recinto.

Madrid Salvaje
Fotógrafo: Brayan Garnica

Justo al entrar al recinto, toda la organización de la fila que había fuera se pierde y se convierte en una maraña de gente que corre de un lado a otro. Hay tres escenarios y están a unos tres o cuatro minutos andando el uno del otro. Hay grupos de chicas que corren para encontrar sitio cerca de su cantante favorito, con pancartas de aprecio y admiración hacia ellos. Los nombres que más se repetían eran, sin duda, Yung Beef, Hard Gz y Fernando Costa. También hay muchos asistentes que llevan camisetas del merch de los artistas o con frases de sus canciones.

Cerca de las seis de la tarde es cuando empiezan en los tres escenarios los conciertos. En el escenario principal es donde se concentra más gente, siendo Al Safir el primer artista en aparecer. El ambiente se va animando con el paso de las horas y para las ocho, ya está completamente lleno. Las barras donde sirven bebidas no paran de vender cubalitros de cerveza y copas, sobre todo. Y, como ya está anocheciendo, las luces de los foodtrucks se van encendiendo, convirtiendo el paseo principal en algo más parecido a un mercado gastronómico que a un festival. Hay mucha variedad para elegir: Taco Bell, Burger King y Papa John’s, entre otros.

A las diez de la noche el ambiente se pone algo tenso, va a dar comienzo uno de los conciertos más esperados, el de Yung Beef. Y es que, el rapero granadino acogió a miles de personas que bailaban al ritmo de sus canciones más conocidas como Metallica y, por supuesto, Multiorgásmica y La disco resplandece, pertenecientes al grupo La mafia del amor, del que Yung Beef forma parte junto a Khaled y Kaidy Cain. Pero el momento cumbre sin duda del concierto, fue el final. Con los primeros acordes de la canción más popular (y más triste también) del artista, Ready pa’ morir, una ovación sacude el recinto del escenario y miles de flashes se encienden. Cuando pasan esos tres minutos y medio de canción, el rapero desaparece y la gente comienza a movilizarse. Unos se van, otros llegan, otros salen a comer algo rápido antes de que empiece el próximo concierto, otros aprovechan para hacerse fotos con sus amigos y las luces del escenario de fondo y ya empieza a haber algunos que están más contentos de lo normal.

El siguiente en aparecer es Fernando Costa, el cabeza de cartel de este primer día. El rapero comenzó el show con un vídeo donde salía él hablando sobre el rap y sus inicios, lo que ha significado para él y para todos los que estaban ahí escuchándole. Lo califica como un ‘estilo de vida’ y no una moda. Con el grito de “Bienvenidos a la selva, donde solo sobrevive el más fuerte”, los cientos de espectadores comienzan a gritar y Fernando sale al escenario. Comienza con Narcolepsia, una de sus canciones más animadas y célebres. El público está más activo que en ningún otro concierto y el artista interacciona bastante con ellos. Para cantar colaboraciones, trae a algunos invitados. El primero de ellos fue Juancho Marqués, con el que canta Belfast. Le siguieron Prok, con Reina y Delaossa, con Fumando serio.

Fernando Costa en el Festival Madrid Salvaje en el recinto ferial IFEMA | Fotógrafo: Brayan Garnica

Pero, sin duda, uno de los momentos más destacable fue el pogo que se formó en la canción Ready to fight, donde la gente se volvió completamente loca.

Fernando Costa en el Festival Madrid Salvaje en el recinto ferial IFEMA | Fotógrafo: Brayan Garnica

El concierto acabó con un subidón porque se reservó Malamanera y Pa’ que lo gocen para el final. Incluso los asistentes que no eran fans de Fernando Costa, se sabían estas dos canciones.

En cuanto se acabó el show, sobre la una y cuarto de la mañana, la mayoría empezaron a salir del recinto, dando por terminada esta primera jornada de festival.

El segundo día se repite todo el proceso de la entrada, ya sin colas porque la mayoría no tenían que pasar la entrada. La mayoría vienen incluso más ilusionados que el día anterior y es que, el cartel del sábado es mucho más jugoso. Y es que, el comienzo ya fue fuerte, con Arce y el argentino Dani Ribba, popular por su sesión con Bizarrap, entre otras.

Fotógrafo: Brayan Garnica

Con un clima aún más caluroso que el viernes, son muchos los que resoplan y se abanican, se tiran agua por encima bajo el sol mientras intentan disfrutar de los conciertos. Pero incluso el calor dejó de importar cuando Mayo 214 salió al escenario. Y es que el madrileño embelesa a cualquiera que lo escuche, con canciones como Me noto distinto, Mi cruz y, por supuesto, la más esperada Mar de males. No fueron pocos los fans que acabaron con las lágrimas saltadas.

Durante la tarde fueron pasando artistas como Ysy A, Israel B o Sticky M.A, pero la joya de la corona de esta segundo y último día de festival fue Delaossa. El malagueño con temas como Ojos Verdes, Veneno o Mal agüero se ganó al público por completo, que no dejó de gritar sus letras durante todo el concierto.

El rapero dejó listo al público para el último concierto del festival, el de Hard Gz. Uno de los más queridos y esperados. Cuando acabó, el festival llegó a su fin, pero ya contando los días para volver con más fuerza en 2024.