Inglaterra se corona como la nueva campeona de Europa tras imponerse 1-0 ante La Rojita. Los Three Lions vuelven a ganarle una final a España en divisiones inferiores tras el 5-2 en 2017 en la categoría sub-17. Inglaterra se lleva el gato al agua sin haber encajado un gol en el torneo.

El estadio estaba lleno de la fuerte fragancia de las rosas, y cuando la suave brisa estival se agitaba entre la grama y el césped, cruzaban la puerta dos selecciones con los destinos entrecruzados. Los dos conjuntos comenzaron, como en las grandes citas, con un pulso y pensando más en no errar que en acertar. Sin embargo, no habían pasado ni 5 minutos cuando Inglaterra avisó por primera vez. En el minuto 4, Garner interceptó un balón errado en salida de Víctor Gómez. Inmediatamente filtró un pase al desmarque para Gordon, que leyó perfectamente la jugada y definió con un balón cruzado que rozó la portería de Tenas. Sin que a España le hubiera dado tiempo de comprender y corregir el fallo, los Three Lions volvieron a llegar al área de España y esta vez fue Gibbs-White el que por centímetros no llegó a un balón de Gordon que solo necesitaba empujar para ser materializado.

La Rojita, lejos de acobardarse, optó por hacerse fuerte con el balón y construir desde atrás ante una selección inglesa que no presionó a los centrales, sino a los mediocentros cuando recibían entre líneas. España no encontró la forma de hilar jugadas en campo rival y las mejores ocasiones llegaron de robos fruto de una presión muy trabajada y ordenada. La presión otorgó a La Rojita sus mejores ocasiones. Baena en el minuto 12 avisó desde fuera del área y Paredes, de cabeza, hizo lo propio minutos después. Inglaterra tomó nota y aseguró los esféricos con pases de seguridad para evitar que España le encontrara las costuras con la presión.

Gordon y Paredes peleando por el esférico

En consecuencia, el partido se enfrió. Ambos equipos adoptaron una visión pasiva ante el encuentro. No fue hasta el final de la primera parte que el encuentro se rompió. A ambos equipos le entraron las prisas por marcar y el choque se convirtió en un correcalles, estilo que siempre suele beneficiar a los conjuntos ingleses. El 1-0 llegó en el alargue tras un disparo de Palmer que se estrelló en la cruceta. Los Three Lions se adelantaron con un poco de fortuna gracias a que en la jugada posterior, el mismo Palmer definió un balón de falta directa sobre la barrera. El esférico salió rebotado y terminó dentro de la portería de España.

Ya en la segunda parte, España comenzó golpeando. Una falta escorada en tres cuartos colgada por Baena fue materializada por Abel Ruiz en el minuto 50. No obstante, el gol fue anulado por fuera de juego por centímetros. Santi Gómez, el seleccionador español, respondió a la necesidad de gol de España moviendo ficha. Entraron Aimar, Riquelme y Veiga en el minuto 60 con el objetivo de establecer una línea de pase segura por dentro y nutrir de movilidad y piernas frescas al equipo en tres cuartos. En este tramo de partido Inglaterra gozó de sus mejores minutos: Gordon, que estaba siendo el mejor de los ingleses, atacó los espacios con peligro y generó ocasiones para su equipo. Solo el gran papel de Arnau Tenas evitó que los insulares ampliaran la diferencia en el marcador.

Gómez y Palmer disputando un balón

Con todo, España seguía buscando el gol. Inglaterra cada vez defendía con el bloque más hundido, lo que favoreció la aparición de Riquelme en el juego y alguna buena ocasión de Abel Ruiz que siempre se quedó en la onomatopeya y nunca en el marcador. La Rojita insistía en sus ataques, cada vez más cerca de Trafford. Cargaba el área de jugadores y buscaba el hueco por los costados del terreno de juego, pero Inglaterra resistió con estoicismo. Los Three Lions incluso tuvieron alguna ocasión para matar el partido, sin embargo Arnau se vistió de Superman para volar e interceptar todo lo que llegaba a sus dominios. España quemó sus naves y ni con un penalti agónico en el último minuto fue capaz de marcar. Trafford adivinó el lado del tiro de Ruiz y repelió el disparo de Aimar Oroz en segunda jugada .

Tras más de 100 minutos de juego, el arbitro decretó que Inglaterra se coronaría como campeona de Europa sub-21 por tercera vez en su historia. España navegó a contra corriente y luchó contra la marea con la incasable energía de la ilusión. La Rojita, ya clasificada a los Juegos Olímpicos de París 2024, toca plata y mira con optimismo al futuro gracias a una generación que ya sabe lo que es darlo todo en un torneo de máximo nivel.

Por telee04

Aspirante a comentarista. Fútbol champagne por bandera. "Non ridere, non lugere neque detestari, sed intelligere" Instagram: telee_04 Twitter: @_ErTele_