El sábado 13 tuvo lugar la Gran Final del Festival de la Canción de Eurovisión donde España actuaba por primera y única vez en el puesto número ocho, justo antes de la gran favorita para ganar, Suecia
Desde hace meses, la victoria ya estaba dictaminada. Loreen, ganadora de Eurovisión 2012 con su hit internacional, Euphoria, volvía al escenario del certamen tras 11 años con una nueva canción, Tattoo. En ella, vemos como la cantante sueca muestra una escenografía preparada al milímetro y un look con elementos característicos como uñas kilométricas y largas trenzas en el pelo.
Loreen se inspira en sus antepasados, de origen marroquí, para la puesta en escena de la canción. La cantante se encuentra entre los rectángulos que poseen pantallas, donde se proyectan imágenes de arena y símbolos relacionados con culturas antiguas. Durante la actuación, la artista va incorporándose y lucha contra esa pantalla que intenta aplastarla, para, finalmente, empoderarse y expresar todo lo que siente.
Ha jugado con la ventaja de que ella ya es conocida por el público y por el festival, permitiendo esto que su regreso haya puesto mayor expectativas sobre la candidatura y la colocase como la primera en apuestas. Finalmente, los pronósticos se cumplieron y Suecia será la próxima sede del festival en 2024, año que coincide con el 50º aniversario de la victoria del famoso grupo ABBA con Waterloo.
La amarga sorpresa de España en las votaciones
En el caso de España, podemos sacar varias conclusiones acerca del puesto 17 que obtuvo la cantante valenciana Blanca Paloma con su propuesta EaEa. Europa no está preparada para una candidatura tan flamenca y eso lo demuestran los cinco puntos que obtuvimos por parte del televoto. “En los concursos hay cosas que no controlamos”, afirma la intérprete. Es cierto que incluso la misma Blanca esperaba recibir pocos votos por parte del público porque su candidatura era arriesgada, concluye ella. Sin embargo, nadie era consciente de que iba a pasar lo que realmente pasó.
El jurado profesional tampoco valoró tan positivamente la candidatura española. La voz de Blanca es especial y única en esta edición, por eso, no podemos entender como a los jurados europeos no les llegó el mensaje de Blanca de la misma forma que nos llegó a nosotros. Ningún país nos dio los 12 puntos, cosa totalmente diferente al año pasado, donde Chanel conseguía 8 números doces. Ni nuestros vecinos de Francia y ni de Portugal nos los otorgaron, estos votaron a Israel y Australia con esa máxima puntuación.
Tenemos que estar agradecidos tanto a Blanca Paloma como a su equipo, por la gran candidatura que han sido en todos los aspectos y los momentos que nos han dado a todos los eurofans. Pero también agradecer el compromiso que está teniendo Radio Televisión Española con el certamen, promocionando desde ya la próxima edición que se celebrará en Suecia.