El pasado sábado se puso el broche final al Benidorm Fest, el concurso musical destinado a elegir representante de Eurovisión. Blanca Paloma consiguió embelesar al público y jurado con EAEA, canción que ya resuena en la cabeza de todos los eurofans.

Dicen que “las segundas partes nunca fueron buenas”. No es el caso de Blanca Paloma quién, presentándose por segundo año consecutivo al Benidorm Fest, ha conseguido alzarse con el micrófono de bronce y ser la próxima representante de España en Eurovisión.

Cuando comenzó el concurso, la alicantina no partía como una de las favoritas. En la primera semifinal, Agoney arrasó con la máxima puntuación del público y del jurado, brindando una experiencia casi esotérica a los espectadores con Quiero Arder. No estaba claro quién se convertiría en su rival para la gran final, pero desde luego Blanca Paloma no se encontraba entre los nombres más sonados.

Todos los fallos técnicos que se produjeron en las semifinales, al igual que el año pasado, se pulieron casi por completo de cara al sábado. Esto permitió saborear mejor las actuaciones de todos los artistas que se lucieron muchísimo más en la final. El pluralismo de géneros y el talento de las propuestas llevó al Benidorm Fest a una de las noches musicales más brillantes en TVE.

Pero ni el rock de Megara, la discoteca de Vicco, el piano de Alice Wonder, el fuego de Agoney, el folklore de Karmento, el flamenco de Fusa Nocta, ni la balada de José Otero consiguieron anteponerse a las alas que Blanca Paloma desplegó en Benidorm para alzarse con el premio de viajar a Liverpool en mayo.

Ya en su semifinal sorprendió al público con su puesta en escena y la afinación intacta de su actuación, tras la cual un gran porcentaje de los eurofans ya suplicaban que fuera ella quién representara este año a España en el festival de la canción. Blanca Paloma explicó que EAEA va por su yaya Carmen, por el amor y el saber transmitido de generación en generación.

Aunque en gran parte se pensaba que “ya estaba todo el pescado vendido”, la calidad de todas las actuaciones puso en duda la decisión hasta el momento de las votaciones. Pero finalmente se cumplieron las expectativas, y Chanel hizo entrega a su ex compañera de edición del micrófono de bronce, convirtiéndose así en la próxima representante de Eurovisión 2023. Ahora solo queda esperar al 13 de mayo para ver si la alicantina consigue superar la actuación de su predecesora, quién después de tantos años dejó el listón bien alto y colocó a nuestro país en el podio del festival.

Por Beatriz López Igual

Soy Beatriz, periodista cultural. He trabajado como community manager en una agencia de comunicación y como redactora en varios medios digitales. Aunque me gusta hablar, mi pasión es escribir, y si puedo usarlo para contar historias relacionadas con el arte, ¡mucho mejor!

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