El conjunto hispalense, que nunca ha ganado contra la Juventus en su estadio, deja escapar una oportunidad de oro para llegar a la vuelta con ventaja. A los de Mendilibar no les bastó el gol de En-Nesyri para llevarse la victoria debido a un tanto de Gatti sobre la bocina.

Europa tiene un olor diferente. Se viste se seda y presume de joyas de nácar. Elegante, melódica y sensual, Europa es el deseo de todo marinero cuando zarpa a principio de temporada. Cuando Europa alza la voz y canta, el Sevilla escucha.

Hoy en Turín, el Sevilla, conmovido por ese aire que solo Europa sabe desprender, le ha mirado a los ojos a la Juventus y le ha jugado un partido de tú a tú. Los primeros minutos fueron para los bianconeros. El Sevilla tenía prisas por llegar al área rival y esa ansia resultó en metros a la espalda que la Vecchia Signora supo aprovechar. Di María se movió bien entre líneas. Fue el cauce por donde pasaba el flujo de juego de la Juventus y nutrió de balones a Vlahović. Dio la sensación de que el delantero serbio llegó tarde a todos ellos, le faltaban perpetuamente unos centímetros que nunca llegó a alcanzar.

Pasaron los minutos y el juego de la Juventus se desinfló. El Sevilla se hizo fuerte en el repliegue y el triángulo Rakitić-Fernando-Óliver Torres presionó la sala de máquinas italiana para que el juego de los locales se atascase en el medio campo. A su vez, los de Nervión empezaron a encadenar posesiones largas de balón y a rondar la portería de Szczęsny.

La Juventus presionaba la circulación de balón del Sevilla y esa fue la causa del primer gol. Tras una combinación de pases rápidos en salida de balón, el cuero llegó a Ocampos, quien dibujó una carrera desde el centro del campo hasta el costado izquierdo del área. El argentino colgó un balón raso que Bryan Gil dejó pasar y En-Nesyri empujó con el interior al fondo de la red.

Fernando intentando robarle el balón a Di María.

El 1-0 fue un golpe de realidad para los turineses, que se veían faltos de ideas en ataque y débiles en defensa. Lo cierto es que la Juventus al defender hundía en exceso la defensa de cinco y los pivotes, Locatelli y Miretti, se incrustaban en la línea de la zaga, lo que daba pie al Sevilla para circular a sus anchas en la zona de tres cuartos de campo.

Sin embargo, Oliver Torres no supo aprovechar todo el espacio del que dispuso. Tras diez minutos con el 1-0, Ocampos se marchó sustituido por lesión. En su lugar entró Montiel, quien desplazó a Navas al extremo. Este doble lateral de circunstancias permitió al Sevilla blindar la banda derecha: no faltaron coberturas para contrarrestar el juego por fuera de la Juventus. Con esta disposición el Sevilla se encontró cómodo y dejó el cronómetro corriese hasta que el árbitro dio por finalizada la primera parte.

El comienzo de la segunda parte fue calcado al de la primera. Los futbolista de la Juventus conseguían asociarse por dentro y los cambios, Chiesa e Iling, les dieron nuevas ideas a los ataques. De hecho, fue Iling el futbolista bianconero más determinante. Entró constantemente en contacto con el balón, superó líneas en conducción, colgó esféricos y los recuperó en la presión.

El Sevilla estaba incómodo, pero de nuevo el buen juego de la Juve se apagó cuando Allegri, inexplicablemente, cambió de banda a Iling, que desapareció. Cambios como los de Milik o Pogba tampoco mejoraron el juego de los locales, aunque Pogba sí que aportó algún destello de calidad, más estético que útil.

Pogba enviando un paso en el centro del campo.

El cronómetro siguió su curso. Entraron Papu Gómez y Lamela para dar un poco de frescura a una línea de enganche a la que le faltaba gasolina, pero no consiguieron aportar nada nuevo a los ataques. En este punto, ni la Juventus ni el Sevilla conseguían filtrar balones ni crear ocasiones de peligro.

Finalmente, el gol de la Juventus llegó en un córner en el 96, con el tiempo ya cumplido. El Sevilla se relamía con las mieles de la victoria cuando Federico Gatti anotó de cabeza sobre la línea aprovechando una salida en semi-fallo de Bono hacia el otro lado de la portería. Esta sería la última jugada del partido.

El fútbol le demostró al Sevilla su belleza de la forma más cruel ya que esta vez el gol agónico cayó para el lado contrario. En cualquier caso, queda una vuelta en el Ramón Sánchez Pizjuán. Todo un partido bañado por un cielo andaluz para que Europa recuerde el porqué Sevilla es el favorito de sus amantes. Toda una cita para que el Sevilla demuestre que merece volver a besar el oro de Europa.

Por telee04

Aspirante a comentarista. Fútbol champagne por bandera. "Non ridere, non lugere neque detestari, sed intelligere" Instagram: telee_04 Twitter: @_ErTele_