Sevilla FC

El equipo hispalense se ha impuesto en su feudo por tres a cero, lo que ha dejado el global de la eliminatoria en un 5-2. Los goles de En-Nesyri por partida doble y de Badé han sido los responsables de que el Sevilla vuelva a estar en unas semifinales de la Europa League tres años después.

El fútbol es magia señoras y señores. Cuando se anunció este cruce todos los pronósticos cayeron en favor de los Red Devils, no sin razón. El equipo dirigido por Ten Hag está disputando una grandísima temporada en el campeonato de liga. De hecho, son terceros en estos momentos. Todo lo contrario a lo que ocurre en el lado rojo de la capital de Andalucía, en donde el Sevilla ha llegado a coquetear con el descenso en más de un tramo de la temporada. Sin embargo, se pasó por alto un hecho: esta competición es la Sevilla League, no la Europa League.

Los hinchas sevillistas sabían de la importancia del partido y no fallaron. El estadio era una caldera tal y como reza el cántico y ese, y no el de En-Nesyri, fue el primer gol del Sevilla en el partido. El estadio rugía y desde el primer minuto parecía que los jugadores del Sevilla corrían más con el corazón que con las piernas. La presión fue feroz, no se dio un balón por perdido. El equipo estaba volcado, por momentos demasiado ya que en alguna jugada de los primeros minutos el Sevilla separó excesivamente las líneas y el United encontró un pasillo por el que hacer daño. No por ello los de Nervión perdieron su valentía y su garra y en una salida del balón del United en el minuto 9 llegó el primer gol. Lamela encimó a Maguire inmediatamente después de que este recibiera en el borde del área un balón de De Gea. En-Nesyri cazó el balón suelto y resolvió por el palo corto de De Gea para colocar el uno a cero en el marcador.

El Sevilla se vio ganando desde pronto y fue muy inteligente. Cerró líneas de pase por dentro, no dejó que Anthony gozara de situaciones de uno contra uno, presionó la salida de balón del United y no le dejó campo para correr. No hay que obviar que al United le faltaban grandes nombres como Varane, Lisandro Martínez o Bruno Fernandes. Eriksen se vio obligado a jugar anclado en el doble pivote, siendo el responsable de la creación de juego. El danés sufre cuando juega tan lejos del área y no tuvo influencia en zonas clave hasta que en la segunda parte Ten Hag le liberó colocando a Fred por detrás suya, en el doble pivote con Casemiro. En la punta, Martial se mostró participativo en la creación de juego, pero también se posicionó demasiado lejos del área como para crear peligro o ser determinante. Sabitzer, por su parte, no se encontró cómodo en la zona de la media punta: no solo no apareció por dentro, es que por momentos fue el punta de referencia. El austríaco estuvo totalmente aislado y desentendido del juego y solo fue protagonista por alguna entrada dura que repartió por llegar tarde a balones que nunca terminaron de llegar a sus botas.

El Sevilla jugó muy inteligentemente sus cartas. Desarmó el juego interior del United acumulando hombres por dentro y le obligó a mecer el balón en ataques de posición cuando lo que le gusta a los Red Devils es correr. Los nervionenses estuvieron especialmente generosos en defensa: todo el equipo presionaba, todo el equipo defendía. No había una camiseta blanca sobre el césped que no estuviese volcada en labores defensivas. La consecuencia de esto fue que al equipo le costaba muchísimo acompañar los contragolpes de los que disponía. No obstante, el partido de En-Nesyri hizo que este hecho pasase desapercibido ya que el marroquí peleó cada balón y siempre ofreció desmarques de ruptura, buscando principalmente la espalda de Lindelöf, el central que estaba jugando a pierna cambiada. Con En-Nesyri siempre hubo un hombre por delante del balón con quien descargar y crear peligro.

En-Nesyri celebrando el primer gol de la noche.

Los minutos pasaban y cada vez el Sevilla se mostraba más cómodo. Una lesión de Marcao en un desplazamiento en largo obligó a los locales a cambiar el sistema. Mendilibar se mostró valiente y lejos de efectuar un cambio defensivo, sustituyó al zaguero por Suso. El Sevilla iba a por el partido. Con Suso en la banda, Lamela se desplazó al centro y con este movimiento el argentino fue determinante en el juego. Le llegaron muchos balones, que supo distribuir con inteligencia y criterio. El Sevilla estaba jugando bien y fruto de ello llegó un gol de Ocampos que fue anulado por un fuera de juego milimétrico de Acuña. También hubo algún lujo, como las pisadas de Lamela, un gol desde el centro del campo de Rakitić invalidado previamente por una falta o un centro de rabona desde el pico del área de Gudelj.

Ya en la segunda parte, el partido no se había asentado aún cuando un córner desde la izquierda botado por Rakitić fue materializado por Badé. Con el dos a cero Ten Hag introdujo los primeros cambios. Sancho y Wan-Bissaka le dejaron paso a Rashford y Shaw. Las caras eran nuevas pero el partido fue el mismo. El Sevilla seguía con una marcha más que el United, era más contundente en las acciones de uno contra uno y más fuerte en los balones divididos. Los ingleses se mostraron especialmente erráticos en la entrega y perdidos a la hora de crear jugada. Además, los escasos disparos de los que gozaron fueron resueltos con seguridad por Bono. El Sevilla estaba cómodo y confiado. Planteó un bloque bajo que se antojaba inexpugnable para un United que cada vez atacaba con más nerviosismo, los minutos pasaban y no le encontraba las cosquillas al rival.

Córner puesto por Rakitić para el dos a cero.

Los cambios del United no surtieron efecto. Weghorst no fue capaz de cambiar el ritmo del partido ni de aportar nada nuevo. Rashford aparecía por banda, pero rápidamente se veía encimado por Ocampos y Navas. Eriksen, con la entrada de Fred, pudo adelantar su posición y abarcar más campo. Así, consiguió oxigenar el medio campo del United y darle fluidez a la circulación. No obstante, esto no se tradujo en ocasiones claras para los ingleses. Finalmente, En-Nesyri aprovechó un error impropio de un jugador de élite como es De Gea, que falló al intentar pasar un balón que venía al bote, y marcó con la portería vacía desde fuera del área para poner el tres a cero definitivo.

Contra todo pronóstico, el dueño y señor de la Europa League volverá a un año más a unas semifinales de UEFA Europa League. El rival, un viejo conocido en la ciudad que baña el Guadalquivir: La Juventus de Turín. La Vecchia Signora se plantea como el más duro de los oponentes posibles. Aun así, en una competición cuya corona le pertenece al Sevilla por derecho propio, nada se antoja como imposible. Larga vida al rey de reyes, larga vida al Sevilla.

Por telee04

Aspirante a comentarista. Fútbol champagne por bandera. "Non ridere, non lugere neque detestari, sed intelligere" Instagram: telee_04 Twitter: @_ErTele_