Con motivo del lanzamiento de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, el museo Thyssen-Bornemisza reunió a figuras como Valeria Castro, fundadora de Platonic Games o Santiago Bustamante, presentador del programa Fallo de sistema en Radio 3 y director cultural del museo OXO.

Desde la concepción del videojuego más allá de lo teórico con Tennis for two en 1958 y la posterior serialización del medio con Pong, se ha generado un encendido debate acerca de la consideración de este medio como una forma de arte. Así, con esta mesa redonda se pretende institucionalizar el debate por parte del Museo Thyssen-Bornemisza.

El Museum of Modern Art de Nueva York ya se atrevió a incluir a este medio en una colección permanente. Según la responsable de Diseño y Arquitectura del centro en ese momento, Paola Antonelli, el videojuego es “alta cultura, que es atrevida, que es valiente”. Antonelli también ha respondido que no importa si el videojuego puede ser considerado arte o no, ya que el medio en sí es una expresión de un gran ejercicio de diseño.

Así, el novelista Juan Gómez Jurado, la ilustradora Ana Oncina, la desarrolladora y presidenta de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento, Valeria Castro y el director del área de educación del museo, Rufino Ferreras han diseccionado el significado de arte en lo que respecta al videojuego y han hecho una radiografía de la industria moderados por el periodista Santiago Bustamante.

La ilustradora Ana Oncina aseguró que el videojuego “aúna todas estas artes dentro del mismo”. Esta afirmación fue complementada por Rufino Ferreras, quien comparó el videojuego con la manera que tenía Wagner de concebir la ópera, “una obra de arte total”. Sin embargo, aparte de aunar características, también implementa una nueva y principal, que es la interacción del usuario. “No es lo mismo ver a un personaje hacer cosas horribles a que el juego te obligue a hacerlas”, afirmó Valeria Castro haciendo referencia a la adaptación de HBO de The last of us.

También se quiso hacer referencia al clásico debate sobre si los videojuegos causan violencia. Esta polémica se acentuó con la salida de Mortal Kombat en 1992 y causó que se instaurara el sistema de clasificación por edades que tenemos hoy en día. El escritor Juan Gómez Jurado fue bastante claro: “nadie preguntaba a los novelistas cuando se fue a asesinar a Reagan con un libro (en la mano). Es cómodo cuando los padres quieren una excusa para que sus hijos no jueguen a videojuegos.”

Se reivindicó al videojuego como vía de escape y como experiencia enriquecedora por sí misma para el ser humano. Valeria Castro, recurriendo a su propia experiencia como jugadora afirmó que sus juegos son sencillos, accesibles, que “se pueden jugar con un solo dedo” porque eso fue lo que juegos como Tetris le trasmitieron de pequeña. Su empresa Platonic Games desarrolla juegos para móviles de estética kawaii como Sailor Cats o Sweet Sins.

También se hizo un llamamiento para que el videojuego tenga un espacio más amplio en la agenda cultural del Gobierno de España. Actualmente y durante estos últimos 4 años, ha crecido la financiación para el sector, aunque sigue siendo una cantidad de dinero pequeña comparada con sectores como el cine o la música.

Por Alejandro Mejías Moya

Soy estudiante de 1º de Periodismo y Comunicación Audiovisual. Me gustan los videojuegos y todo lo relacionado con el mundo del entretenimiento. Twitter: @mejipoke