El pasado 26 de febrero La Sexta acogió un nuevo capítulo de ‘Lo de Évole’, esta vez protagonizado por Maruja Torres, periodista y escritora española que trabajó, entre muchos otros lugares, en varias redacciones y en el periódico El País. En el programa se saboreó una Maruja sin ataduras, pues habló de vida, pero también de muerte. Habló de amor y de sexo. Habló de periodismo y habló de vejez. Desde la capital italiana y acompañada por Jordi Évole, Maruja Torres regaló a sus espectadores continuas lecciones.

“El oficio te salvaba del amor” afirma Évole. “No, el oficio era el amor. El verdadero amor era el oficio, el periodismo. Era mi hogar” contesta Maruja. Este fue uno de los temas tratados en el programa, el periodismo. Jordi Évole indagó sobre el que para Maruja sería el peor ejemplo de periodismo hoy en día. Ella explica que “Hay exceso de opinión porque es muy barata y falta de reporterismo. También falta de crónicas.” Así, reflexionaba sobre la intoxicación del periodismo, donde Eduardo Inda, periodista español, es considerado por Maruja como “un personaje nefasto”.

El ambiente periodístico durante la época de Maruja no fue un camino fácil para las mujeres, pues este oficio, como muchos otros, estaba protagonizado por los hombres. De esta forma, Maruja Torres explicó que en este ambiente tan masculino se defendía “a empujones”. No obstante, el periodismo siempre ha sido de lo más importante para ella, afirmando que “buscaba escribir en El País, no por la fama”, sino para “lucir oficio”.  

Además, la periodista comparte con Évole un gran consejo que le sirvió para iniciarse en el mundo del periodismo: “Lee mucho, lee a los mejores, y lee en voz alta”.

Maruja, en la entrevista, también habló de amor y sobre todo de sexo: “el sexo con uno mismo nunca se acaba”, afirmó. Aún así, se sinceró y explicó a los espectadores que su padre fue “un maltratador” y que abandonó a su familia cuando ella solo tenía siete años. Esto ha marcado a la periodista a la hora de elegir y de amar. Sin embargo, su dura infancia es lo que le ha dado la valentía necesaria para afrontar la vida. Así, se enorgullece al recordar que “en los 80 se follaba mucho”, pues el sexo nunca ha sido para ella ningún tabú.

Por último, Maruja habló de vejez. “Hay que ser más valiente para ser viejo que para ir a la guerra. Porque el que va a la guerra cree que va a sobrevivir y el viejo ya va sabiendo que su decrepitud avanza, y esa es la verdadera guerra.” Así, la periodista confesó que desea destruir estigmas, eliminando el miedo a la vejez. “Los viejos de ahora somos la hostia”, explicó. “Eres tan joven en tu vejez como joven fuiste en tu adolescencia, porque todo te sucede por primera vez. Cada edad tiene su tiempo, su reflexión, su miedo y su éxito.”

“Tengo la sensación de haberme emocionado genuinamente, casi diría que por primera vez en muchos años, y ha sido cuando sus preguntas han tocado nervios que yo creía adormecidos. Cuando charlamos, sabe sacarme hasta las entrañas. Eso sí, con delicadeza. Se va convirtiendo en un amigo.” Así resumió Maruja su tiempo con Jordi Évole. Tiempo en el que los espectadores pudieron disfrutar de una mujer empoderada, libre y llena de vida.

Por Lidia Béjar Vicente

Estudiante del doble grado de periodismo y comunicación audiovisual en UC3M.