Tan expresiva como sus documentales, así es Sara G. Cortijo, una mujer, que transmite seguridad y firmeza. “La mujer salvaje” le valió nominaciones en Los Ángeles, La India, Nottingham y Barcelona. Ahora estrena “Romeo”, ganador en el 25 Festival de cine de Málaga, un relato que muestra la realidad de un embarazo en la adolescencia. Ella es admirable, su trayectoria también.

P: ¿De qué trata Romeo?

R: Es el proceso de embarazo de una adolescente de 15 años, María, que además es mi sobrina (hija de un primo), que se queda embarazada y decide seguir adelante. Cuando contó la noticia a la familia fue un shock, pero la vi con tanta determinación, que me llamó mucho la atención y empecé a grabar.  

P: ¿Quiere convertirlo en un largometraje?

R: Esa es la idea, sigo grabando material y con el premio me gustaría ir de viaje con el equipo a Valencia. Ahí vive la abuela de Romeo, y quiero grabar lo que supone ese viaje, porque aún no lo conoce. Sería muy bonito.

P: ¿De dónde surge la idea de crear el documental? 

R: Siempre me ha interesado el género documental, pero mi afición se la debo a mi profesora de cine documental Inmaculada Sánchez. Gracias a ella: estuve en un grupo de investigación, nos llevó de jurado joven al Festival de cine de Málaga… Además, el género documental aúna esa parte cinematográfica con la realidad, que es muy periodístico. Es una forma de contar historias con realidades de nuestro alrededor que son muy interesantes.

P: ¿Qué intenta transmitir con Romeo

R: Me gusta la naturalidad y la ingenuidad de los protagonistas de Romeo. Hay personas a las que le horroriza esta situación por la inmadurez, pero a mi me despierta muchísima ternura. No van de nada, no fingen, expresan sus deseos y sus carencias. Cualquier adolescente no te cuenta su historia y ellos me han permitido verlos en su ámbito, eso me fascina, me atrae y me da ternura. 

P: ¿Qué le supuso ganar la biznaga al mejor cortometraje en el 25 Festival de Málaga? 

R:  Ha sido increíble, estar seleccionada fue una alegría tremenda. Cuando lo supe empecé a llorar. Es la primera vez que presento un corto y ha sido una experiencia muy bonita, el estar allí, la presentación, ir con la familia y los amigos, la prensa en Málaga se volcó muchísimo… ¡lo último en lo que pensaba era en el premio! Ha sido un regalo, una bomba de oxígeno para mi, para todo el equipo y para la familia en circunstancias difíciles.

P: ¿Es Romeo su obra más íntima? 

R: Sí, porque me toca a nivel personal. La primera vez que lo vi en pantalla grande en Madrid, me sentí desnuda y rara. Verlo en la presentación fue una sensación extraña que se ha ido depurando con el tiempo. Me toca mucho este documental porque hay una criatura de por medio a la que quiero, Romeo, y ha habido momentos muy difíciles. Estas Navidades fui a  Málaga y no me sentía con fuerzas para grabar, no me encontraba bien emocionalmente. 

P: Se rodó casi sin guión al más puro estilo “Función de noche”, ¿radica de ahí su éxito? 

R: Sí, porque no es fácil que los adolescentes hablen y te dejen entrar en su mundo. Al ser mi sobrina, era una parte positiva porque me acercaba pero también una negativa, porque ella conmigo ponía una barrera, pero al venir acompañada de otras amigas pues fluían las grabaciones. Dejé que María se sintiera libre y se nota la frescura. La espontaneidad que surge de los momentos naturales te la da la realidad.

P: Un compañero le dijo: Sara, no te enamores de tu material” sabia reflexión ¿no cree? 

R: Me lo dijo el montador de Romeo, Alonso Valbuena. Yo le pasaba todo el material, la selección de los cortes… y me dijo eso. Es la mejor frase que me han dicho y me la grabé a fuego, parece que todo lo que tenemos los autores es maravilloso y no es así. Sin su labor, Romeo no existiría. Son 11 minutos de corto, pero no te deja respirar. La gente se queda con ganas de más, y eso es clave, si algo se alarga más de la cuenta, aburre. Tiene el equilibrio perfecto de tensión, ganas y curiosidad. Recoge muchos temas: las relaciones, los celos, el sexo, la educación, la familia, el amor… 

P: Periodista, directora, guionista y actriz ¿con qué se identifica más? 

R: Con la parte de escritura me siento muy cómoda, es verdad que he hecho teatro e interpretación textual en la ESAD de Málaga, pero con la escritura y la dirección me siento muy cómoda, sobre todo con la escritura, me gusta mucho.

P: ¿Cuáles son sus próximos proyectos? 

R: Sigo grabando material con Romeo que va a dar mucho de qué hablar ¡A ver si hago un Boyhood a la malagueña! pero sin pretensiones y a largo plazo. También tengo otras ideas de cortometrajes documentales, uno de ellos sobre los Verdiales de Málaga.  

P: ¿Un consejo de vida? 

R: Lo que hagas hazlo de corazón, esa es la clave. Al final lo sencillo gana y ahora que trabajo en la escuela de arte TAI veo como los chavales intentan parecerse a alguien y quieren contar historias que no les pertenecen. Creo que mirando a tu alrededor hay historias muy auténticas y hacerlo de corazón puede ayudar mucho.

Por Clemen Solana

una casi nada que lo es todo IG/TW/FB @clemensolanaa