Un 8 de julio de 1922 nacía Mariano Medina en el pueblo Toledano de Las Ventas, conocido como el primer hombre del tiempo en España y sin duda un referente de la meteorología con 28 años de labor profesional frente a las pantallas de televisión, donde demostró su capacidad de comunicación y su rigor profesional
Mariano Medina ingresó en el antiguo Servicio Nacional (actualmente Aemet) en 1945 donde desarrolló una excelente carrera profesional llegando a desarrollar puestos de jefatura del centro de análisis y predicción.
Doctorado en ciencias Físico Químicas, fue destinado a Sevilla y durante esa época compaginó su trabajo en el Aeropuerto de Sevilla con la docencia en el colegio de Villasis.
Comenzó su relación con los medios de comunicación a través de la radio, realizando los pronósticos meteorológicos en el programa “Cabalgata fin de semana“ de la Cadena Ser, donde fue bautizado como el hombre del tiempo.
Ingresó en Televisión Española desde la apertura de la cadena en 1956, primero con el espacio diario Del observatorio a su receptor (1956) y después en la sección de El Tiempo del Telediario hasta 1985, año en que se retiró. Su hermano Fernando Medina siguió sus pasos como hombre del tiempo en el mismo espacio de Televisión Española, al igual que otros hombres y mujeres como Eugenio Martin Rubio y Pilar Sanjurjo.
En una de las cosas que más destacó Mariano Medina fue en su capacidad didáctica, de la que dejó una muestra de ellos en los libros que publicó y que hoy día siguen teniendo vigencia.
Sus dos libros más populares fueron El tiempo es noticia, también conocido como iniciación a la meteorología en el que narra las bases de la predicción del tiempo y La mar y el tiempo sobre meteorología náutica, navegación deportiva y pescadores.
Desde pequeño demostró su capacidad de aprendizaje y en los años de estudio, hasta casi final de nuestra Guerra Civil, superó con facilidad todos los cursos previstos hasta bachillerato, estudios que realizó en Toledo, donde trabajaban sus padres. Finalizada la Guerra Civil se trasladó a Madrid para realizar estudios universitarios.
Este manchego falleció en Madrid en 1994, y en 1995 el Instituto Nacional de Meteorología llevo a cabo un homenaje por su labor desarrollada de la meteorología.