Según un estudio, las multinacionales son responsables del 20% de las emisiones de CO₂. Estos datos cambian el rol geopolítico y quien domina el control del cambio climático.

Está claro que el rol geopolítico en estos últimos 20 años ha cambiado mucho. Los niveles de efecto invernadero crecen sin control alguno, a pesar del paro ocasionado por la pandemia, hasta superar niveles insospechables. Esto conllevará consecuencias terribles como:

  • Acidificación y contaminación del agua gracias a la concentración de dióxido de carbono en el aire.
  • Devastadores fenómenos meteorológicos como los huracanes, ciclones, lluvias, sequías extremas o inundaciones.
  • Muerte, migración y extinción de diferentes especies de animales. En el caso del mar, son muchas las especies que son testigos de la destrucción de su hábitat. La presencia de plásticos y otros contaminantes en el mar, la pesca excesiva y otras prácticas de pesca destructivas contribuyen a su desaparición.
  • Alteración del ciclo del agua.
  • Aumento del nivel del mar y de la temperatura global a causa del deshielo.
  • Aparición de enfermedades como el dengue y la malaria.
  • Agotamiento de recursos naturales necesarios para la vida humana.

Desde muy pequeños se nos enseña que pequeños gestos pueden cambiar las cosas. Esto es indudable, pero el cambio debe ser hecho también por los gobiernos y las grandes multinacionales, quienes, desde siempre, se han estado escabullendo de acatar decisiones para reducir los GEI (gases de efecto invernadero). Ya que estas son responsables del 20% de las emisiones de efecto invernadero, según recoge un estudio de “Nature Climate Change” en una muestra de un periodo de 5 años, entre 2011 y 2016.

Esto hace indudable que el esfuerzo y las presiones para que las grandes multinacionales acoten medidas para reducir los GEI, es uno de los factores más fundamentales a tener en cuenta. También así lo expresaba el economista Dabo Guan, de la Universidad College London, en declaraciones recogidas por Science Alert:

“Si las empresas más importantes del mundo liderasen la lucha contra el cambio climático, podría tener un gran efecto en los esfuerzos globales para reducir las emisiones”.

Dabo Guan, de la Universidad College London.

Otro hecho también inegable y que recalca este estudio es que las multinacionales transfieren la inversión de los países desarrollados a los países subdesarrollados. Esto hace que se reduzcan las emisiones de los países desarrollados, mientras que aumentan las de los países más pobres. Al mismo tiempo, aumentan las emisiones en general al mover a inversión a regiones más carbonizadas.

Datos que hablan por si solos

En el período estudiado, las emisiones de India pasaron de 53,2 millones de toneladas a 70,7, más de un 50%. Lo mismo se ve al analizar las inversiones de China en el sudeste asiático. La cifra se ha multiplicado por 10 en el período estudiado, pasando de 0,7 millones de toneladas a 8,2 millones.

Esto evidencia el traspaso de dinero de los países desarrollados a los países subdesarrollados, en un período de tiempo de 5 años, comprendido entre 2011 y 2016.

El estudio recoge a muchas empresas, junto a la cantidad de billones de toneladas de dióxido de carbono que ha emitido cada una desde 1965, causantes de estas cifras. Entre ellas destaca a las primeras 20 empresas causantes de este hecho:

Saudi Aramco (59,26), Chevron (43,35), Gazprom (43.23), Exxonmovil (41,9), National Irian Oil Co (35,66), BP (34,02), Royal Dutch Shell (31,95), Coal India (23,12), Pemex (22,65), Petróleros de Venezuela (15,75), PetroChina (15,63), Peabody Energy (15,39), ConocoPhillips (15,23), Abu Dhabi National Oil (12,6), Total SA (12,35), Sonatrach (12,3), BHP Billiton (9,8) y Petrobas (8,68).

Cabe mencionar que la empresa señalada como la más contaminante es propiedad de Arabia Saudí: Saudi Aramco. Solo esta compañía ha producido el 4,38% del total de emisiones mundiales.

En cuánto a empresas individuales, el estudio señala a la estadounidense Walmart, que por sí misma genera más emisiones que todo el sector minorista de propiedad extranjera en Alemania.

También señala a Coca-Cola, que su contaminación es equivalente a la totalidad de la industria de alimentos y bebidas de propiedad extranjera en China.

¿Quiénes controlan este escenario?

Pues desgraciadamente, muchos de los gobiernos a nivel mundial están en cooperación con estas empresas que impiden reducir los gases de efecto invernadero. Y cómo se dice: “el que paga manda”.

Saudi Aramco: El origen de esta empresa se remonta a la escasez de petróleo de la Primera Guerra Mundial. Herbert Hoover, secretario de estado de comercio de los Estados Unidos, creó en 1921 Standard Oil of California (SoCal), una de las compañías estadounidenses que buscaban activamente petróleo en el extranjero. Descubrió petróleo en mayo de 1932. Este suceso intensificó el interés en la prospección de petróleo en la Arabia continental. En 1933 cambia el nombre a California Arabian Standard Oil Corporation (CASOC). En 1938 por fin encontraron más petróleo. En 1944, el nombre de la compañía cambió de California-Arabian Standard Oil Co. a Arabian American Oil Co. (Aramco). El rey Abdelaziz amenazó con nacionalizar las instalaciones petrolíferas del país, presionando a Aramco de esta manera para que accediera a compartir beneficios. Desde 1950, Aramco se ha convertido en 100% en propiedad de Arabía Saudita.

De esta manera, Estado Unido ha pasado a depender de Arabia Saudita. Este hecho ha causado una alianza entre los diferentes países, recordando al mundo esta dependencia continua.

“Mientras los controles económicos y gubernamentales sigan en manos de poderosos sera muy difícil hacer cambios”.

Por James Kennedy

Estudiante como cualquier otro. En mis ratos libres opinó aquí.

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