La película ‘El mago de Oz’ cumple ya 84 años desde su fecha de estreno. Esta película que en un principio parecía común en la época siendo en color sepia, da un giro inesperado con luz, color y vida

Esta película basada en el libro de 1900 de L. Frank Baum ha sido toda una maravilla llena de luz y esperanza. Este libro de literatura infantil ha sido todo un logro en el mundo, pues se ha convertido en una de las grandes obras maestras más editadas tanto en Estados Unidos como en Europa.
Esta película protagonizada por Judy Garland en el papel de Dorita, es un film que comienza como cualquier otro de la época, en color sepia. Una niña que siempre va acompañada de su perro Totó, sufre la incomprensión de vivir en la granja de Kansas con sus tíos y ella sueña con ese ‘arcoíris’ de la conocida canción de la película Over the rainbow. En el pueblo, se levanta un tornado y Dorita se refugia en su casa, cuando su hogar comienza a dar vueltas sin parar hasta llegar a un mundo nuevo y diferente. Tras abrir la puerta de su casa, ve una ciudad llena de colores vivos, de alegría y lo que ella siempre soñaba, ese arcoíris.

Su objetivo es llegar de nuevo a su casa con sus tíos y, para ello, tiene que llegar al castillo de Esmeralda para encontrar al mago de Oz y que le ayude a regresar a casa, siguiendo el camino de baldosas amarillas y con sus nuevos y conocidos zapatos, los chapines de rubíes. En ese transcurso, en el que su fiel acompañante es Totó, se encuentra con tres personajes que se convertirán en sus amigos, el Espantapájaros, quien busca un cerebro nuevo; el Hombre de Hojalata, quien busca un corazón; y el León, quien busca la valentía. Aunque no todo es bonito en el camino, Dorita y sus amigos deberán de enfrentarse a situaciones muy difíciles puestas por la Bruja del Oeste. Pero, finalmente, el mago solo les da un pequeño empujón para que los tres personajes, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León, se dieran cuenta de que nunca les faltó lo que pidieron y siempre tuvieron esas grandes virtudes que nos muestran lo que verdaderamente es importante en la vida y que siempre necesitamos. Finalmente, la Hada buena del Este, ayuda a Dorita y a Totó a regresar a casa chocando sus chapines de rubíes y repitiendo una y otra vez ‘se está mejor en casa que en ningún sitio’. Hasta que despierta en su cama y ve a su familia y a su querida Tía Emma, comprendiendo que realmente sufrió un golpe en la cabeza contra la ventana por el tornado.

Aunque la película jamás abandona esa magia y al espectador se le da la esperanza de creer en la imaginación y en ver la vida en ‘color’.
Esta película nos muestra valores como la amistad, el amor, la lucha, el cariño y la imaginación. En intentar crear ese equilibrio entre la cabeza y el corazón, de ser fuerte y valiente, de jamás abandonar esa inocencia de ver la vida con otros ojos, de ayudar a los demás, de ser leales y, sobre todo, de nunca abandonar nuestro querido hogar y seguir ese camino de baldosas amarillas.
