BELLOWIZINK | Fotografía: Óscar Lafox

Fotografía: Óscar Lafox

Ana Mena hizo sold out en su estreno en el Palacio de los Deportes de Madrid presentando su último álbum, “Bellodrama”. No faltaron las sorpresas y el baile en una noche llena de glitter y de más belleza que de drama

Una cuenta atrás de cinco minutos animó a un público que acudía expectante y ansioso a su cita “bellodramática” al nuevo palacio de la Cenicienta española este sábado 9 de septiembre. 3, 2, 1… El Wizink Center se rendía ante Ana Mena cuando, acompañada por su equipo de baile y con la imagen de un diamante de fondo, aparecía al final de una escalera blanca y, mientras cantaba Me He Pillao x Ti, comenzaba a hacerse realidad su sueño de cantar en el gran recinto madrileño.

Dedicación, esfuerzo y perseverancia: eso fue lo que la artista malagueña demostró anoche durante las casi dos horas de concierto. Un concierto sold out lleno de sorpresas, emociones y mucho baile en el que casi 17 mil personas, enfundadas en sus looks y maquillajes llenos de glitter, pudieron ser partícipes del disfrute de la melancolía que tanto acompaña en los últimos meses a esta “diva doliente”, el alter ego de Ana.

Para sorpresa (o no) del público, Rocco Hunt, Omar Montes y Abraham Mateo formaron parte de esta noche tan especial e importante en la carrera musical de su amiga. El rapero italiano subió al escenario dos veces para cantar Un beso de improviso y A Un Paso de la Luna. El dueto con Omar Montes, pese a haber sido criticado en las redes sociales por su escasa aportación vocal a la actuación, puso a bailar a todos los asistentes con Solo. Y la aparición de Abraham en Quiero Decirte, con la que ambos irradiaron esa química tan característica entre ellos.

Aunque no faltaron sus antiguos éxitos (Ya es hora y Ahora lloras tú), todo el protagonismo y la esencia más pura del concierto residió en la presentación por primera vez en la capital de Bellodrama, su último álbum. Un Millón de Lunas, Lentamente, Ben & Jerry’s, Bebé, Me Enamoro, Llorando En La Disco y Rojo Amanecer (que cantó, de hecho, subida en un columpio a más de seis metros de altura) fueron la demostración de que este segundo disco ha sido, por fin, el culmen de Ana Mena como una de las referentes de la música de nuestro país.

“Es una canción que ahora viene muy a cuento porque Madrid siempre ha sido una ciudad que me ha acogido desde el primer día”, así presentaba la malagueña su nuevo temazo, MADRIDcity, que saldrá “en unas dos o tres semanas” y que recuerda mucho a LAS 12, su última bomba musical. La presentó en primicia en agosto en el Arenal Sound y en esta ocasión, consiguió que los cimientos del Wizink retumbaran al son de esta nueva canción tan potente.

El Palacio de los Deportes vibró diferente, con un aura más fuerte y enérgica, cuando las notas de Un Clásico, Se Iluminaba, Criminal, Cuando la noche arriba y Música Ligera se abrieron paso entre los altavoces. Cinco temas que han visto a Ana Mena crecer y han crecido con ella, no solo en España, sino también en Italia y en Latinoamérica.

No se olvidó de sus raíces musicales e hizo un pequeño homenaje a esos artistas que siempre la han acompañado. Sentada en la escalera, junto a su guitarrista Juan Carlos Fuguet, cantó en acústico Obsesión de Aventura. También recordó a La Oreja de Van Gogh de Amaia Montero con Puedes Contar Conmigo.

Los grandes sueños se consiguen con pasos pequeños. Ana Mena lo sabe bien y nos lo demostró anoche con dos vídeos: en uno, nos contaba todo el proceso de creación y lanzamiento de su segundo disco, lo que significa el “bellodrama” y lo que se esconde detrás de este concepto. En el otro, con unas imágenes más personales, nos abría su corazón y nos permitía disfrutar, entre otras cosas, de una Ana muy pequeña que soñaba con ser cantante mientras robaba la mirada de sus familiares al deleitarles con un concierto de flamenco.

Pero estos vídeos no muestran más que lo evidente. Que Ana Mena, tal y como la conocemos hoy todos, no ha tenido un camino fácil para llegar a la cima, a esa posición de reconocimiento y renombre que tanto tiempo le ha llevado cosechar y sembrar.

Junto a todo su equipo, del que no se olvidó al terminar el concierto, Ana Mena nos hizo disfrutar de un espectáculo a la altura de las expectativas: inolvidable para los allí presentes y muy recomendable para los que no pudieron ir. Un show más bello que dramático que demuestra que la artista malagueña puede estar orgullosa y satisfecha de que el Wizink Center se haya rendido a sus pies porque se lo merece, por su trabajo y valentía. Por luchar y no rendirse.

Una vez más, pero está vez a lo grande: ¡enhorabuena, Ana!

Por Lucía Núñez Domínguez

Soy Lucía, estudiante madrileña del doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. Me gusta ver la vida a través de las letras: disfruto leyendo y escribiendo, y en mi tiempo libre suelo publicar en mi perfil de Instagram (@lnd_jdom) reseñas de mis lecturas. Toda esta faceta literaria va de la mano de la música, otro de los componentes cruciales en mi vida: muchos artistas de diversos géneros musicales me acompañarán en mi carrera periodística.