La sonrisa de Georgina hipnotiza. Es la misma que la de aquella niña que vivía en Valera. Ahora, “en una etapa de renacimiento”, afirma que aunque guarda miedos, no los piensa porque se paraliza. Risueña como la que más, huye de lo pretencioso porque “lo sencillo nos hace felices”. Girando alrededor de lo que puede, lleva su alma incansable en una nueva gira por España. “Disoñadora” de nacimiento, se convierte en alguien fácil de querer y difícil de olvidar.
P. Con 24 años cruzaste el charco, ¿qué dejaste en Venezuela?
R. Dejé mi vida, mi familia, mi carrera, mi infancia, mi adolescencia… Dejé recuerdos muy bonitos que siempre estarán allí. Realmente no me fui de Venezuela, yo me quedé en España unos meses y, sin darme cuenta, llevo 20 años. Llegué por casualidad porque vine con mi amiga (con quien formaba el dúo Tisuby & Georgina) a hacer promoción de nuestro segundo disco. Después, todo se paralizó a nivel burocrático y decidimos separar nuestras carreras: a ella le gustaba Puerto Rico y a mí me encantó Madrid.
P. ¿Y qué encontraste en España?
R. El arte y la tranquilidad. Recuerdo pasear por La Latina, la gente estaba sentada en el suelo con sus perros y sus guitarras, todo era muy hippie. Quería vivir aquí, me gustó mucho el ambiente. En España no me conocía casi nadie y yo quería disfrutar de una vida normal que no podía en Venezuela porque era muy conocida. Hice buenos amigos y comencé a tocar en el Rincón del Arte Bueno y en Búho Real. España me acogió bien.

P. Conociste la fama más absoluta, ¿volverías a ese momento?
R. Viví el glamour, las limusinas, los premios, los aviones diarios… pero no volvería. Eso es para vivirlo solo y ser independiente. Vivirlo me encantó, pero ahora prefiero poder volver a casa y tener una agenda más tranquila. No aspiro a más porque me volvería loca.
P. Te presentas como “disoñadora”, cantante, compositora y mamá de Lope. Y todo a tiempo completo.
R. Y tan real (ríe). “Disoñadora” porque diseño sueños, mamá de Lope porque acabo de dar a luz y es mi inspiración principal, y cantante y compositora es obvio, desde pequeña.
P. María se lo dedicas a tu madre y a todas las mujeres que han tenido que emigrar de Venezuela. ¿Cómo ha sido la situación de esas mujeres?
R. Bastante complicada. Eran mujeres que tenían su vida y su estabilidad y de repente, se tuvieron que ir a otros lugares del mundo. Eran unas valientes increíbles. Eran madres que salían a trabajar para mandarle dinero a sus hijos. Mi madre fue una de ellas y eso era muy doloroso, sé de lo que hablo. Así que esa canción se la dedico a todas las mujeres para que se inspiren y se motiven.
P. Hablando de mujeres ¿qué sientes si te nombro a Asunción Vargas?
R. ¡Ay mi abuelita, qué bonita! Ella era la artista de la familia, nunca se dedicó a la música, pero cantaba hermoso y tenía mucha sensibilidad con el arte. Murió muy mayor y, aunque tuvo muchos problemas, ella siempre cantaba. Tuvo demencia senil, pero siempre se acordaba de las canciones y las cantaba completitas. Como mis tíos la grababan por WhatsApp , decidí coger un bolero para cantar encima de ella. Así nació Mar y cielo.
P. ¿Has llegado a llorar por Venezuela?
R. Sí, claro, muchísimo, sobre todo cuando la crisis se aceleraba y la gente salía a las calles. Con las emigraciones y las desgracias de Venezuela he llorado mucho porque veía que peligraba la vida de la gente. Teníamos que estar alerta. He sentido mucha rabia, la misma que siento con la guerra de Ucrania y el hambre en África. Son situaciones que hay que afrontar porque tenemos que seguir adelante.
P. ¿Cómo es tu habitación?
R. Muy desordenada. Ahora tengo un bebé, todo se acumula e intento ser más básica y sencilla. Antes de tener a Lope, la habitación era mi lugar de culto, creaba y experimentaba, ya no puedo.
P. Reflejas el alma en tus trabajos ¿Qué mejor biografía no?
R. Pues sí. Lo hago para desahogarme porque me sienta muy bien y es terapéutico. La idea de trascender con mis canciones me emociona. Soy un libro abierto, siempre hablo de mi vida, al final es mía y contrala es bonito.
P. ¿Con qué sueña Georgina?
R. Lo único que le pido a la vida es mantener la capacidad de asombro, de emocionarme y no perder la ilusión. Cuando me levanto por las mañanas y sé que tengo algo emocionante que hacer, me motivo. Y es que emocionante puede ser pintar una pared. Hay que tener ilusiones y, aunque siempre hay algo que te rompe, sueño con mantener esta tranquilidad emocional.
P. Supermamá con Superpoderes
R. Cuando compuse esa canción me quedaban dos semanas para parir. La incertidumbre, el miedo y la angustia de no saber qué iba a pasar se me pasó grabando la canción. Es una canción muy especial porque está producida sobre los latidos del corazón de mi bebé. Es un regalo para todas las madres y para Lope.
P. Usas continuamente a tus familiares en tus canciones ¿Qué significa para ti la familia?
R. La familia es casa, es raíz y es sentirte seguro. He tenido una familia muy loca y separada porque la emigración así lo decidió. Con la música me recuentro con ella y le regalo musicalmente temas para agradecerle su cariño.
P. ¿Qué miedos esconde tu sonrisa?
R. Muchos, pero intento no pensar en ellos porque me paralizo. Temo al olvido, me da pánico perder la memoria. No quiero perder la creatividad y el ingenio. La voz me da igual. Me da más miedo que le pasa a mi madre que a mí. La demencia es una enfermedad que está a la orden del día y aunque trato no pensar en ello, me da mucho miedo.
P. Actualmente, ¿en qué proyectos estás trabajando?
R. En lo que puedo. Estoy en una gira muy bonita que recorre España. Tengo muchos bolos y giro con mi pareja y mi bebé alrededor de ellos. Intento hacer temas nuevos y tengo una lista de canciones que quiero producir poco a poco. Si te digo la verdad, quiero disfrutar y vivir, con lo que sea.
P. ¿Cómo defines tu momento actual?
R. Estoy de renacimiento porque vengo del posparto que es muy difícil. Tengo que adaptarme a un ser humano que depende de mí. Con paciencia y amor me divido como puedo para llegar a todo. Es que tener un bebé te cambia la vida, pero te das cuenta cuando pasan los meses y ves que está vivo. Te sorprende saber que puedes mantener a un ser humano. A mí se me morían hasta las plantas, es que soy un desastre. Ver que mi hijo está bien y que aprendo de él es maravilloso.
P. ¿Un consejo de vida?
R. Lo más importante es la motivación. Da igual que tengas un trabajo de mierda o un jefe cabrón porque si después de eso tienes algo, que te llena espiritualmente, te alimenta el alma y te mantiene vivo. El mundo necesita más gente que ame lo que hace, sino estamos perdido. No hay que tener grandes metas porque lo más sencillo es lo que nos hace felices.