Dicen que la música amansa a las fieras, pero ayer no fue así. Ayer, la música fue esclava de dos fieras. Hablo de Adrián y Juan Carlos, de Funzo & Baby Loud, dos hermanos alicantinos que hace seis años comenzaron a producir sus canciones en un estudio improvisado en su casa y que ayer se coronaron en el Wizink Center tras hacer sold out dos meses antes del concierto. Ayer, 15.000 personas fueron cómplices de “dos macarras haciendo lo que les apetece”.
“¿Cómo podemos presentarnos ante 15.000 personas?, es complicado”, revelaban sin todavía haber aparecido en el escenario. Después de varias confesiones y letanías se presentaron ante todo el recinto, dando comienzo (esta vez sí) al concierto, lo más grande que han hecho nunca. Un concierto marcado por la complicidad de la banda con el público, una puesta en escena moderna y un ambiente cargado de buen rollo.
To´buena vibra fue la canción elegida para abrir el concierto, y el público respondió de la mejor manera, la fiesta no había hecho nada más que empezar. Desde un primer momento la conexión con el público fue única y solo fue a más. “Bienvenidos a la noche más importante de mi puta vida” fueron las primeras palabras de Funzo después de recuperar el aliento tras este brutal inicio.

Jóvenes to locos y Malibú con piña, las canciones con las que dieron su salto a la fama, fueron las siguientes en sonar. Con estas, además, se estrenó uno de los grandes protagonistas de la noche: un flamante juego de luces controlado mediante una xyloband, una pulsera luminosa que alumbraba el oscuro recinto al ritmo de la música cuando el staff lo veía necesario.
15.000 personas iluminando el Wizink en armonía y unidos por la música, el cuarto arte, solo podía dar como resultado un encuentro aurático, como el que describe Walter Benjamin. Este apunta que el aura es la esencia que hace única a la obra de arte y que la liga al aquí y al ahora; y ayer, en el Wizink solo existía ese momento, como si el resto no importara, anhelando que el tiempo pudiera esperarse un rato más.
El concierto continuó con las mejores canciones de los hermanos Gomis, desde las más nuevas hasta las que van dedicadas a los que siempre estuvieron ahí. Y aunque como ellos mismos declaran en Remember, “ya no será lo de antes, no será lo de 2017”, todos sus temas recogen su esencia macarra, joven y fresca que se mezcla con sonidos de trap, reggaetón, techno e incluso bachata. En cada tema daban instrucciones al público sobre cómo debían bailarlo, insistiendo en lo que fue el aroma del concierto, la complicidad con su público, que respondía de la mejor manera.
Asimismo, cada canción era presentada mediante juegos de palabras para que el público las adivinara. Otras eran introducidas a través de pequeños speeches en los que se sinceraban: Funzo confesó que El poema era de las canciones más bonitas; quisieron dedicar Me suda la polla a todos “esos momentos de impotencia”, brindando por aquel momento mágico, por el momento presente. Para ellos, Elixir marcó una época y antes de cantar Poca suerte reconocieron que solo pretenden que las canciones duren para siempre.
Y aunque los reyes de la noche eran ellos (quién si no), a mitad del concierto todas las miradas se dirigieron a quienes protagonizaron durante algunos minutos uno de los momentos más emotivos del espectáculo: Tras ocho años de amistad, Noelia, una fan que se encontraba en el concierto, se declaró a su amigo en medio del escenario y con 15.000 personas como testigos de ello. Él, por supuesto, dijo que sí.
Tras este emocionante momento, la banda volvió a la carga y sorprendió a todos con un invitado especial, Lionware, con quien cantaron Hoy es ese día. El show continuó con un cóver de la intro del Príncipe de Bel-Air y con Reventar la ciudad, pero esta vez sin Walls, que estaba en Barcelona. Pero, aunque el murciano no pudo venir, sus amigos se acordaron de él enviándoles un vídeo del Wizink coreando su nombre.
El concierto estaba entrando en la recta final, así presagiaban Si tú supieras y Qué bonito fue, dos de las canciones más esperadas por todos los que estaban allí. Finalmente, llegó el turno de Joven para siempre, el himno de una generación. El primer acorde revolucionó al público, que sin haberse recuperado de la canción anterior, ya estaba dispuesto a darlo todo en este “último tema”. Y así fue, el recinto estalló en alborozo, dejándose contagiar por el buen rollo que en ese momento se respiraba en el Palacio de los Deportes.
Terminada la canción, Funzo & Baby Loud, chulos y vacilones desafiaron al público con una falsa despedida que nadie se creyó. El público, sabiendo que faltaban las dos canciones más importantes, Batmóvil e Inmortales, los reclamaron y tras hacerse los remolones volvieron a aparecer para efectuar el encore que ya tenían preparado. Sin embargo, esta vez no estaban solos, con ellos se encontraban Pole. y Hens y juntos cantaron el rémix de Batmóvil, la que es una de las canciones más significativas para los cuatro y el himno del verano de 2020.
Finalizada la canción, Funzo & Baby Loud dieron su última retahíla, la más sincera de todas: “Negative Cloud era un sentimiento que queríamos llegar a transmitir a todo el mundo para formar un colectivo. Ahora mismo, Negative Cloud somos nosotros, todos los que estáis aquí, los que nos escuchan en España y en el mundo entero. Al final, somos todos una familia y esto es Negative Cloud”.
Ahora sí, casi dos horas y 22 canciones después llegaba el final del concierto al ritmo de Inmortales, el tema que da el nombre a su primer álbum y a la canción más especial para ellos, tal y como declaraban. Somos inmortales, esta noche no habrá nada que nos pare. Así acababa la canción, con una letra que parece estar hecha para ese momento, para aquella noche en la que todos los que estuvimos allí nos sentimos inmortales, jóvenes para siempre.
El del Madrid fue el primero de los tres únicos conciertos anunciados para este 2023. Las otras ciudades afortunadas son Alicante y Barcelona. En julio, Alicante, la tierra que los vio crecer los verá consagrarse como los nuevos reyes del pop-rock español. Barcelona tendrá que esperar hasta noviembre para que el Sant Jordi Club los reciba. No obstante, este verano está cargado de festivales en los que los dos hermanos participarán, como el Boombastic o el PortAmérica, entre otros.
Funzo & Baby Loud son los reyes de la nueva generación del pop-rock español, una ola que junto a artistas como Hens, Walls, Xavibo, Marmi o Pole. está revolucionando el panorama musical español. Funzo & Baby Loud son como el Rey Midas, todo lo que tocan lo convierten en oro, en un himno para las nuevas generaciones. Así lo confirmó el concierto en el Wizink, el sold out de la Gira Inmortales que hicieron el año pasado y el más de millón de oyentes que tienen cada mes en Spotify. Está claro que esto solo es el principio.