Valladolid se consolida como ciudad anfitriona del VI foro de la cultura este 2023. Con el lema de ‘Odiad, malditos’, el foro acogió alrededor de 12.000 espectadores, más de 50 ponentes nacionales e internacionales y una gran aceptación del público
El foro dio comienzo el 22 de febrero con la primera conversación, ‘Los nuevos mapas’, en la que inundó la pregunta: ¿por qué escoges esa lengua para escribir? “Se escriben para combatir el olvido”. Los ponentes contaban las diferentes lenguas en las que escribían además del castellano, como el euskera, el gallego, el astur-leonés o el catalán. Una de las escritoras, Susana Hernández, comentó “Escribo tanto en castellano como en catalán, sueño en los dos idiomas“.
En la mesa salieron más temas como: ¿cuándo te surgieron esas ganas de escribir en tu otra lengua? La poeta Beatriz Chivite, contó su experiencia; se abrió al público y comentó que fue cuando estaba en Pekín, lejos de su tierra, que decidió que para escribir lo que sentía (y siente), empezaría a hacerlo en euskera. Por otro lado, el mediador y escritor, Juan Carlos Méndez Guédez, preguntó: “¿os gusta autotraduciros?“. Varios de los ponentes dijeron que no, que es algo difícil, porque no piensas ni sientes lo mismo en los diferentes idiomas.

Pasaron también por el odio, que lo llevaron a su campo, la literatura. Susana Hernández, “el odio es un tema muy potente, que está muy presente en la novela negra; es un sentimiento muy primitivo” comentaba la escritora. En la literatura, el autor tiene que construir un puente, entre el abismo y la persona, porque cualquiera en un día malo puede crear un abismo existencial, explicaba Xésus Fraga, escritor y periodista. A lo que añadieron que es necesario escribir un discurso más amable.
El Odio es por incomprensión, por soledad, por miedo…
La inauguración del foro el viernes 24, estuvo a manos de Boris Cyrulnik, neurólogo, psicoanalista, psiquiatra y etólogo francés, que habló sobre el odio desde la biología: “Desde que nacemos somos violentos, nos inculcan el odio”. Explicó al público lo que es la resiliencia y cómo la consiguió él, teniendo en cuenta que es hijo de padres judíos, vivió la Ocupación nazi y como tuvo que esconderse para no ser deportado.

La moderadora, María Ramos, preguntó a Boris si hay diferentes tipos de odio y quién es el culpable de mi odio. El neurólogo comenzó con un tipo de odio del que nadie quiere hablar: odio de madres a hijos. También mencionó los diferentes odios: a ti mismo, a tus hijos, religión o una etnia, “Buscamos al culpable, porque tenemos una mala estima de uno mismo”.
Y la conversación de clausura fue “Frente al espejo”, en la que se hablaba sobre nuestra forma de vida, vivimos por inercia. Nuestra existencia se basa en trabajar, comer y dormir, pero ¿Cómo poner a la sociedad frente al espejo de su propio absurdo? ¿Qué estructuras la sostienen? Fueron algunas de las preguntas lanzadas en esta conversación.