Los Reds han conseguido 4 puntos de 15 posibles en 2023 en Premier League. Estos números les colocan en novena posición con 32 puntos, a nueve de puestos de Champions League. Analizamos el por qué de esta inusitada situación línea por línea.

El Liverpool de esta temporada está pasando por una crisis de juego que se está transformando en una modesta novena posición. Esta realidad es fatídica para un Big Six que nos tiene acostumbrados a luchar año sí y año también por el título de Premier League. Los números de esta campaña son tan alarmantes que nos tenemos que remontar a la temporada 2015-16 (aquella que recordaran porque fue el Leicester el que alzó el título) para encontrar un Liverpool con peores cifras que las de esta temporada a estas alturas del campeonato. Fue esa la primera temporada de Jürgen Klopp como técnico del equipo, que cogió los mandos en octubre tras el despido de Brendan Rogers. En ese año, el Liverpool atesoraba 31 puntos en la jornada 21, solo uno menos que en esta temporada y acabó octavo con 60 puntos, fuera de toda competición europea. Así pues, está claro que las cosas no están yendo bien para los de Anfield. Es por eso que es lícito preguntarse y analizar línea por línea qué es lo que realmente le está ocurriendo al equipo y por qué no consigue ser el temible Liverpool de otros años.

Portería y centrales

Son 28 los goles que el Liverpool ha encajado esta temporada. Un número que dista mucho de temporadas anteriores. El año pasado, sin ir más lejos, el equipo había encajado diez goles menos a estas alturas de la temporada. Esto nos habla de un empobrecimiento defensivo y la lupa pone la lente sobre varios sospechosos:

Alisson Becker

Al contrario de lo que pudiera parecer, el brasileño es uno de los mejores porteros de la Premier según los datos. Conforme a los expected goals against (goles esperados en contra) ofrecidos por la empresa experta en estadística abanzada understat.com, la cual mide la calidad de las ocasiones a favor y en contra de cada equipo, Alisson debería haber encajado siete goles más de los que realmente ha encajado. Solo Fulham, Newcastle y Everton mejoran los datos estadísticos del Liverpool en este campo. Con lo cual, estamos hablando que lejos de ser parte del problema, Alisson es más bien un paracaídas. La calidad de las ocasiones que le generan al Liverpool se hubieran traducido en siete goles más de lo que realmente han endosado de no ser por las actuaciones del meta brasileño.

Van Dijk

No se ha vuelto a ver la mejor versión del holandés esta temporada. El que fuera líder indiscutible de la defensa del Liverpool desde su llegada en 2017 ha perdido su sitio en el once. Se lesionó de los isquiotibiales en enero y solo ha jugado un partido de Premier en 2023: una derrota 3-1 frente al Brentford. Ha perdido su puesto ante la línea de dos que se reparten entre Konaté, Matip y Joe Gómez debido en gran parte a su lesión y a su bajada de nivel en líneas generales. Klopp necesita que vuelva a ofrecer su mejor versión, pues sin sus galones y jerarquía defensiva, el Liverpool se convierte en un equipo débil en defensa, sin nadie que ofrezca ser la pieza que equilibre y lidere la zaga.

Van Dijk portando en el brazalete de capitán esta temporada

Konaté, Matip y Joe Gómez

Ninguno de los tres ha conseguido tomar el relevo de Van Dijk con gracia y autoridad. Más bien lo contrario, ya que no ha habido quien se haya consolidado como pareja de central del otro. El Liverpool transita en un camino de incertidumbre a la hora de elegir centrales. Ninguna pareja ha conseguido encadenar dos partidos seguidos y mientras estaban en el campo, los Reds han encajado seis goles en cuatro partidos de Premier Legue. Los centrales se sienten inseguros y frágiles a la hora de defender. No es casualidad que de los 6 goles mencionados la mitad hayan llegado a balón parado. Los centrales del Liverpool no terminan de convencer ni de rendir. Como consecuencia, el equipo se tambalea desde los cimientos y cuando esto ocurre es muy difícil construir.

Robertson y Trent Alexander-Arnold

Ambos laterales han perdido fuelle tanto en defensa como en ataque. En defensa, Alexander-Arnold ha mostrado un nivel muy deficiente en el uno contra uno, así como en acciones que requieren de velocidad punta. El ejemplo más claro y sonrojante fue el partido que disputó el Liverpool contra el Brighton en el Falmer Stadium. Mitoma, el extremo japonés del Brighton, le sacó las costuras a Alexander-Arnold en una exhibición de desborde y velocidad. Mitoma rebasó completamente al lateral inglés hasta tal punto que todos los ataques de los Seagull se desarrollaban por su banda sin que este pudiera hacer nada para evitarlo. Klopp tuvo que cambiar de banda a los laterales hasta en dos ocasiones en el partido, aunque con Roberson la situación no mejoró especialmente.

Sin embargo, donde más se les echa de menos a los laterales del Liverpool es en el apartado ofensivo. Entre los dos han repartido 6 asistencias esta temporada (cinco de ellas de Robertson). Si comparamos estos números con los de la temporada pasada (22 asistencias entre ambos) nos damos cuenta de la sequía que existe en este apartado. Estos números se reflejan en el campo:

Cuando ataca el Liverpool, en contraposición a otros años, vemos a los laterales alejados del área rival, reticentes al desmarque de ruptura, inexistentes en zonas de centro. Estas deficiencias son muy acusadas por los Reds, que bajo las órdenes de Klopp vivían ofensivamente de la nutrición de los centros de los laterales, así como de las situaciones de dos contra uno en la banda. Una característica del Liverpool de los últimos años era que los laterales siempre estaban, como mínimo, a la altura del balón cuando el equipo estaba en posesión del balón. Esto ha cambiado, a Robertson y a Alexander-Arnold se les ve desengachados de las jugadas, lentos y por momentos incapaces de seguir el ritmo del balón. Las estadísticas no engañan: los laterales del Liverpool son más inocuos que nunca.

Mediocentros

Si tuviésemos que definir el mediocentro del Liverpool esta temporada quizás las palabras más adecuadas son lentos y desarreglados. El primer adjetivo habla por sí solo. Fabinho y Thiago Alcántara, los dos jugadores que más minutos han sumado en el mediocentro esta temporada, están a un ritmo por debajo de lo que los partidos les exigen. Estamos presenciando a un Fabinho tardo en las ayudas. Lejos de su mejor versión en la que más que futbolista parece un pulpo de cuyos tentáculos ningún balón puede escapar, ahora se asemeja más bien a un jugador agotado, incapaz de ser el tercer hombre en las ayudas en muchos momentos del partido, sobre todo en los minutos finales.

Thiago, por su parte, está muy escondido. Es incapaz de seguir al equipo en las idas y vueltas que propone y aunque no ha perdido la magia con el balón en los pies, lo cierto es que hay ocasiones en que el equipo no le encuentra y él no se deja ver. Está lejos de la jugada, perdido por el carril central. Él debería ser el jugador que marcara el ritmo del partido y más bien es el tempo del partido el que le marca a él, sobrepasándole con demasiada facilidad en muchos tramos. No es baladí que ni este ni Fabinho hayan encontrado puerta ni dado ninguna asistencia esta temporada.

Fabinho y Thiago Alcántara en un entrenamiento con el Liverpool

La segunda palabra para definir al mediocentro del Liverpool es desarreglado. Klopp no encuentra ese tercer hombre que cubra las necesidades del equipo. El técnico alemán está apostando por Harvey Elliott. El canterano está dando buenas actuaciones, pero da la sensación de que el equipo necesita algo más. Su área de influencia está en tres cuartos de cancha y precisamente lo que le cuesta al Liverpool es hacer que el balón llegue a esa zona, trabajo para el cual Harvey Elliott no termina de estar capacitado. Hasta ocho jugadores; Henderson, Milner, Oxlade-Chamberlein, Keïta, Curtis Jones, Bastian Clark, Fabio Carvalho o Ben Doak han sido parejas de baile para Fabinho o Thiago, pero ninguno ha terminado de convencer. Mención aparte para Arthur Melo, quien no ha jugado un solo partido esta temporada y está entrenando con el filial.

Delantera

El problema del Liverpool en la delantera es complejo y difícil de abarcar. Antes de hablar de los que están deberíamos fijarnos en los que no están. Hay un nombre propio que suena entre los suspiros de la grada cuando los Reds fallan una ocasión: Sadio Mané. Sin el africano el Liverpool pierde la media que ofrecía Mané de 15 goles y casi 5 asistencias por temporada. Más aún, pierden a uno de los jugadores más desequilibrantes del mundo y eso tiene mucha repercusión en el juego.

Ninguno de los extremos de los que dispone el Liverpool ha sido capaz de suplir la carencia del senegalés. Luis Díaz y Diogo Jota han rebajado su nivel hasta el punto de haber desaparecido de la rotación. Oxlade-Chamberlein ha sido una de las pruebas como extremo izquierdo de Klopp, pero no ha funcionado. Él no es un extremo, no desborda con el balón en los pies ni ofrece desmarques de ruptura o diagonales para abrir espacios.  Además, carece de un gran regate y velocidad explosiva. En el mercado de invierno ha recalado Cody Gakpo, que aunque está gozando de minutos desde el principio y parece que ofrece un futuro muy prometedor, aún es eso, una promesa por explotar.

El del punta es otro tema aparte. Darwin Núñez, quien no está realizando necesariamente una mala temporada en cuanto a rendimiento, tiene un gran problema en la finalización. Haciendo uso de los expected goals de nuevo, estos nos revelan que en la jornada 21 la calidad de las ocasiones de las que ha dispuesto el uruguayo le debería haber llevado a meter 5 goles más de los que ha marcado y a dar una asistencia más. Está muy lejos de ser el delantero que vimos en Portugal, con el añadido del precio que costó. Un delantero de 75 millones de euros no debería fallar todo lo que Darwin falla. El público de Anfield lo sabe y se lo reclama. Aún es pronto para tildar a Darwin de fracaso, pero el Liverpool necesita que explote cuanto antes.

Darwin Núñez tras fallar una ocasión contra el Aston Villa

Por otro lado, está Firmino. El brasileño ha vuelto a la rotación hasta el punto de que le está ganando la titularidad a Darwin Núñez. Está ofreciendo unas buenas cifras goleadoras que nos recuerdan al Firmino de los mejores tiempos. El Liverpool sigue soñando con alcanzar puestos europeos esta temporada gracias en parte al nacido en Maceió, aunque la gran balsa de los Reds está en el extremo derecho.

Terminamos este pequeño análisis del Liverpool con su estrella, Mohamed Salah. El egipcio es el referente goleador y asistidor del equipo con ocho tantos y cuatro asistencias. Todas las ocasiones de peligro del equipo pasan por sus botas. Su desborde y salida por los dos perfiles sigue colocándolo como uno de los jugadores del campeonato. Sus números goleadores y asistidores han menguado con respecto a otros años, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que el astro egipcio está muy aislado consecuencia del juego del equipo. Muchas veces se ve obligado a bajar a recibir para crear juego e insuflar velocidad al balón. Esto lleva a que hay demasiados lapsos del partido en que está fuera de su área de influencia y cuando sí está, el equipo no termina de saber cómo hacer que el balón llegue a sus pies. La cadena de errores e insuficiencias del Liverpool en cada una de las líneas terminan por mermar a la estrella y referente del equipo, Mohamed Salah.  

Conclusión          

El Liverpool tiene muchos argumentos en el campo para conseguir llegar a Europa, pero también tiene a muchos jugadores que aún necesitan adaptarse y otros que están muy lejos de su mejor nivel. Para los primeros el tiempo, los minutos y la confianza serán cruciales para hallar su mejor versión. Para los segundos, quizás más competencia en la rotación les haría mucho bien. El Liverpool no tiene laterales en los que realmente Klopp confíe más allá de Robertson y Alexander-Arnold ni ninguno de los mediocentros de los que dispone ha conseguido sentar en el banquillo a Thiago o a Fabinho. El Liverpool necesita un fondo de armario que realmente haga competencia a los titulares y que ofrezca nuevas posibilidades sobre el campo: cosas distintas que permitan proponer el estilo de juego característico del equipo y que ayuden a tener más argumentos sobre el campo. Por otro lado, en ningún caso la solución pasa por cambiar de entrenador y parece que la directiva y la afición le siguen respaldando. Klopp es el indicado para despertar a este gigante dormido, porque con el alemán, el Liverpool nunca caminará solo.

Por telee04

Aspirante a comentarista. Fútbol champagne por bandera. "Non ridere, non lugere neque detestari, sed intelligere" Instagram: telee_04 Twitter: @_ErTele_

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