Si algo caracteriza a La Maravillosa Orquesta del Alcohol es llevar sus raíces allá por donde van, con un aforo prácticamente completo la banda burgalesa hizo disfrutar al público de una noche memorable
Mientras que el público iba entrando poco a poco al Wizink, El Nido, los teloneros escogidos por la M.O.D.A para dar inicio al show, subieron al escenario dándolo todo desde el minuto uno.
Coreando canciones al más puro estilo burgalés como Cuando yo me muera, temas de su primer álbum Huella y Camino y algún que otro sencillo de su nuevo disco Refugios a cielo abierto, la banda consiguió caldear el ambiente y que los particulares sonidos del ajechao, la jota, la sartén o la lata de pimentón resonarán por todo el recinto.
“Es una auténtica barbaridad estar aquí esta noche, la M.O.D.A nos ha dado este regalo, estamos super agradecidos”.
El Nido
Y llegó el momento más esperado de la noche, los componentes de La Maravillosa Orquesta del Alcohol volvían al Wizink Center tres años después para seguir cumpliendo sueños.
“Llevábamos mucho tiempo soñando este momento, gracias por venir”
La M.O.D.A
Un lunes, Una canción para No Decir Te Quiero, La inmensidad, Mil demonios, Miraflores o Vasos vacíos, fueron algunos de los temas con los que la M.O.D.A inició el concierto. Un público muy entregado, coreaba de principio a fin todas las canciones como si de una sola voz se tratará.
La noche continuaba con Nómadas, Catedrales, La Molinera, Tiempo de despedirse, Himno Nacional, 1932 o su mitiquisimo tema Héroes del sábado.
“Nos sentimos el grupo más afortunado del mundo por el público que tenemos, no hay palabras para describir lo que sentimos. A la gente que ha venido a vernos hoy por primera vez, a la gente de Madrid, a los que se han hecho kilómetros en carretera para vernos…gracias.”
El concierto finalizó con un ambiente de auténtica fiesta y alegría haciendo de esa noche de sábado, una noche única.
Fotografías: Mateo Esteban