Los azulgranas caen 0-3 en el Camp Nou ante un Bayern muy superior a los de la ciudad condal, en un encuentro marcado desde antes del inicio por la caída a la Europa League por segunda temporada consecutiva tras la victoria del Inter en San Siro frente al Viktoria Pilzen

Partido endeble del Barcelona, quien se descarría de la vía de la continuidad en esta edición de la Champions League. Los culés, ya antes del encuentro, vieron desvanecerse las esperanzas de milagro, tras el final del enfrentamiento entre el Inter de Milán y el Viktoria Pilzen, en un encuentro en el que los interistas no dieron lugar a la sorpresa, imponiéndose por un contundente 4-0.

Arrancó el partido con una tímida presión por parte de ambos conjuntos, intentando recuperar el esférico y montar un contraataque veloz. De esta manera llegó el primer gol de los alemanes, cuando al minuto 10 de partido Gnabry mandó un pase diagonal a la carrera de Mane, quien se deshizo en velocidad de Bellerín de manera pasmosa, y batió a Ter Stegen para adelantar a los germanos en el luminoso.

Lejos de buscar la reacción, los jugadores azulgranas, buscaron refugiarse en la posesión para no terminar de perderle la cara al partido, a sabiendas de que el Bayern podía armar velozmente su artillería y marcar el segundo gol. De tal manera llegó el segundo gol; una recuperación y veloz transición de los germanos permitió a Choupo-Moting recibir libre de marca por el flanco derecho y batir cruzado a Ter Stegen poniendo una distancia considerable en el marcador.

Lejos de recortar distancias, el equipo catalán pudo encajar el tercer gol en el casillero, de no ser por Bellerín y Ter Stegen quienes salvaron bajo los palos dos remates del Bayern. En la acción inmediatamente posterior a los disparos bávaros, Lewandoski fue derribado por De Ligt en el área, decretando el colegiado la pena máxima, aunque finalmente no se cobró penalti tras ser anulado por el VAR. Tras esto se llegó al término de los 45 minutos con un marcador de 0-2 favorable a los visitantes muy superiores a un devastado Barça, que acusó el hecho de salir a jugar a sabiendas de que nada podía hacerse para remediar la caída al abismo de la Europa League.

En la segunda parte volvió a verse un Barcelona lejos de poder competir con un equipo de alto nivel, sucumbiendo al tempo que imponían los jugadores de Nagelsmann. Tanta fue la superioridad que a los 55 minutos, un centro templado al segundo palo fue controlado con Gnabry, quien tras un control orientado de pecho definió con un disparo al palo abierto de Ter Stegen, aunque el tanto no finalizo subiendo al marcador por fuera de juego del delantero germano en el momento del pase.

Los minutos posteriores transcurrieron sin reacción alguna de un Barça que se encuentra lejos de poder competir en las grandes citas, a pesar del enorme desembolso realizado este verano en incorporaciones. Casi con el encuentro finalizado, Pavard puso el 0-3 final con un remate plácido, libre de marca en el segundo palo. Tras los 90 minutos el árbitro sonó su silbato y el Barça cayó derrotado en la noche en la que, por segundo año consecutivo, cae en la fase de grupos de la Champions League