A día de hoy, existen miles de jóvenes que usan las redes sociales como medio principal para darse a conocer y mostrarle al mundo entero sus obras. Gracias a ellos, podemos tener por seguro que la historia del arte, aún no ha terminado
Desde Policleto y su canon de las siete cabezas en la antigua Grecia, hasta el cubismo de Pablo Ruiz Picasso, pasando por Velázquez y su estilo barroco, el arte ha formado parte de nuestra cultura desde el principio de la historia de la humanidad. Muchos pueden opinar que el arte no ha avanzado mucho desde los retratos reales de la dinastía de los Austrias, sin embargo, nada más lejos de la realidad, el arte está más vivo que nunca. Esto es gracias a los pequeños grandes artistas que, en pleno siglo XXI, se dedican a mantener activa la actividad de las brochas, los pinceles, las acuarelas y los acrílicos.
Sin salir de las fronteras de nuestro país, nos encontramos en la capital con Carlos, más conocido como Carlos Mood en las redes sociales. Un joven de 20 años que, desde 2018, es, en toda regla, una revolución del arte. Actualmente, suma más de un millón de seguidores y una cantidad de 42 millones de “me gustas” en la red.

Abrió su cuenta de Tiktok cuando tan solo tenía 16 años, y comenzó a subir vídeos mostrando su rutina como un estudiante de bachillerato de artes. Unos años más tarde, compartió con todos sus seguidores que, al terminar el verano, empezaría a estudiar en la universidad, eso que tanto le apasionaba, la carrera de bellas artes.
A partir de ese momento, día tras día se ha esmerado para enseñar a todos sus seguidores la evolución de su técnica. Esculturas con piedra y madera, lienzos pintados con diferentes materiales como óleo, o acuarela e incluso, algún que otro problema con el carboncillo. Su cuenta ha tenido grandes momentos, como por ejemplo, la serie de vídeos pintando la puerta de su taquilla, proyecto en el que hizo partícipe a todos sus seguidores, pintando en ella todo lo que le sugerían a través de la caja de comentarios de sus vídeos. Ha llevado a cabo colaboraciones con diferentes marcas, como Lefties o Pull and Bear, en las que se ha dedicado a pintar productos para después sortear estas piezas únicas entre todos sus seguidores. Aunque, si debemos destacar algo, es el proyecto que ha mantenido expectante a su audiencia durante todo el verano 2022. Un autorretrato de estilo realista, que le ha costado meses de elaboración, convirtiéndose en una de las piezas más importantes de su colección.

Todo esto, y mucho más, ha sido recogido y expuesto en la primera exposición de Carlos. Usando la peluquería de su madre como local y con un presupuesto de cero euros, el artista ha exhibido todas y cada una de sus obras como si del Museo del Prado se tratase. Con entradas gratuitas, la exposición fue un total éxito, y Carlos no podía mostrarse más feliz ante todo lo que estaba viviendo. “Por primera vez han salido todos mis dibujos de mis carpetas, y mis cuadros de mi cuarto, y fue muy guay. Muchas gracias a todos los que vinisteis y por los regalos y por ser tan majos, ojalá haya una próxima muy pronto”, era el mensaje mediante el cual, el autor se mostraba agradecido ante todos sus seguidores.
De esta manera, cierra una etapa y empieza una nueva, viajando a Florencia de intercambio, para continuar “en la ciudad de la cuna del arte” como él mismo la ha definido, con sus estudios de bellas artes.
No hay ninguna duda de que, al igual que Carlos, existen miles y miles de artistas, los cuales se encargan de mantener vivo todo aquello por lo que lucharon los grandes autores del pasado, la representación tanto de la realidad como de la ficción, mediante materiales de papelería.
Es también nuestra responsabilidad de llevar a cabo este trabajo, ya que cada interacción en redes sociales, supone un pequeño impulso para todos los artistas del siglo XXI.