Las piscinas de la Barceloneta” es el escenario que escoge el actor Secun de la Rosa para hablarnos de los movimientos culturales que iniciaron un cambio en la Cataluña del año 1977

Entre el monólogo y el soliloquio, Secun de la Rosa nos sumerge en unas piscinas, donde, cogidos de su mano, viajamos desde el presente a un pasado en el que es imposible pensar que no estemos allí con él. El actor en el escenario se convierte en alguien muy familiar que por fin se atreve a contarte todos los secretos de su vida. Plantea cuestiones tan vitales como la autotrascendencia; la libertad y sus herramientas; la duda y la traición ante la posibilidad de ser uno mismo. Lo hace de una forma muy íntima, huyendo de lo morboso, en un alarde de inteligencia emocional y narrativa. Todo de una forma muy sencilla, ¡con lo difícil que es eso!

En 80 minutos, que se hacen cortos y atrapan al espectador, que hasta ha dejado de toser, entiendes a Sebas, el personaje tras el que se esconde el autor. Habla de libertades políticas y de movimientos sociopolíticos-culturales, como Las jornadas libertarias internacionales del 77 o de La primera manifestación gay, también en el 77 y de esa Barcelona tan de vanguardia y que siempre ha quedado en los medios de comunicación desatendida frente a la tan machacona “movida madrileña”, por ejemplo.

En la construcción del personaje se ha tenido que refrenar y contener para serle fiel. Lo que más le cansa de la función es aquello que no ha de contar; no sobrepasar la frontera entre el personaje y él mismo. Toda la función es una reflexión para que el personaje sea un testigo válido, precisamente porque no es ningún héroe.

Según cuenta el autor, la obra nace al ver unos vídeos del colectivo “Vídeo Nou”; quienes, cámara en mano, documentaban y perseguían una información reivindicativa y progresista de lo social.

Le interesa destacar en la obra el concepto de contracultura que se vivía en aquella época; un concepto impregnado de querer cambiar el mundo y no de adaptarse a él. Allí por donde ha pasado, el público y la crítica se han rendido bajo el signo de la inteligencia, ante una obra que continúa de gira y tú estás de suerte si llega a tu ciudad.

Por Lou Prieto

Bilbaíno, con diptongo (es lo que hay). Superviviente ya desde un hostil útero materno. Convertido en periodista y en un súper hombre Nietzschiano. Una vez acabe este viaje vital de reconocimiento en la tierra, volveré a las estrellas.