“Buena suerte, Leo Grande” es la última película de Sophie Hyde, en ella, Emma Thompson rompe tabúes sobre el sexo a los 63 años, y es que a esa edad también se siente, se teme, se llora y se folla

El pasado mes de marzo se estrenó en Reino Unido la cinta “Good luck to you, Leo Grande”, pero no fue hasta febrero, en el Festival de cine de Berlín (Berlinale), cuando unas declaraciones de Emma Thompson suscitaron la polémica “A las mujeres nos han lavado el cerebro para odiar nuestros cuerpos”. Es justo eso, lo que se ve en el personaje de Thompson, Nancy, una profesora viuda en cuyo matrimonio de 31 años nunca ha sentido un orgasmo. Para conseguirlo, contrata el servicio de un prostituto, Leo Grande (Daryl McCormack), y es aquí cuando los deseos y miedos de ambos salen a relucir. Muy a su pesar, Nancy bucea entre la insatisfacción, la moralidad y la ambivalencia de un momento desconocido para ella.

Nancy es la típica mujer decepcionada con la vida, con sus hijos y con ella misma. El prejuicio abunda en su ser, pero la necesidad de sentir pasión hace que llame a Leo. Este, sin embargo, concibe la vida sin prejuicios, sin miedos visibles y con traumas no tratados. A lo largo de los cuatro encuentros entre ambos, se fusionan, la confianza con el miedo, el placer con el dolor y lo público con lo privado. Justo el miedo y la mentira son la perfecta conexión de la pareja, pues solo uno conoce del otro su verdadera vida, por eso se entienden.

Durante la trama es imposible no parar para pensar en esas mujeres, a las que como Nancy, y en un matrimonio monótono, fingen orgasmos en pro de su pareja; aquellas “mujeres perfectas” cuyo sexo está lleno de imperfección, de dolor y de mentira; esas mujeres a las que le avergüenza nombrar “sexo anal”, “sexo oral” o simplemente la agramatical palabra “follar”; y sobre todo las mujeres que sienten asco de sí mismas, de sus andanzas y de sus necesidades. Todas ellas son Nancy, y a todas ellas, las invito a ver la película; y a desnudarse frente a un espejo, a explorar su cuerpo, a gustarse y a aprender a querer, a quererse y a ser queridas.

“Acércate a un espejo sin moverte, quítate la ropa y no te muevas. Acéptate, acéptate y no te juzgues. Es lo más difícil que he tenido que hacer nunca. He hecho algo que nunca había hecho como actriz” ha afirmado Thompson.

Simplemente una obra magistral con cuerpos e historias reales, sin necesidad de cosificar ni forzar situaciones; una oda a la libertad, a la pasión, a los sentimientos y al sexo. No dejen de verla.

Por Clemen Solana

una casi nada que lo es todo IG/TW/FB @clemensolanaa