Hace treinta años que el cantante Tino Casal falleció, un 22 de septiembre de 1991. En este artículo recordamos su trayectoria y todo el legado no solo musical, sino artístico en general, que nos ha dejado.
Inicios musicales
Sus primeros pasos los dió en su pueblo natal, Tudela Veguín (Oviedo), en 1963 con tan solo trece años siendo miembro del grupo musical Los Zafiros Negros.
Sin embargo, tres años después, comenzaría en otra banda: Los Archiduques. Cholo Juvacho, miembro del grupo, se fija en él y le propone entrar como cantante.
Con Los Archiduques graba tres discos single: No Le Ames/Lamento De Gaitas; Dimensión En Sol Mayor /Quiero Volar Muy Alto y Linda / La Princesa Y El Juglar.
Lamento De Gaitas fue la canción que más popularizó a Los Archiduques. Versión de I Love How You Love Me (1961) de Barry Mann y Larry Kolber, participaron con este videoclip en el programa Con Acento, presentado por Manuel Martín Ferrand el 3 de julio de 1969. Además, esta fue la primera canción pop española donde se incluye una gaita.
Los Archiduques fueron una gran escuela musical para Tino pero en 1973 decidió marcharse a Londres, ciudad que le fascinaba, para cultivar su faceta pictórica y empaparse de toda esa cultura new romantic que estaba emergiendo a finales de los años setenta.
Sin embargo, la discográfica Phillips ya tenía planes para él. Tino, tras volver de Londres, grabó en unos estudios italianos varios sencillos de corte melódico, como la conocida Volarás, Volaré, versión de Volerai, Volero que muchos artistas estaban grabando en sus respectivos idiomas. Tenían pensado convertir a Casal en un nuevo Nino Bravo.
También con Phillips Tino grabó Emborráchate, canción que presentó al XX Festival de Benidorm durante el verano de 1978, aunque sin el éxito deseado.
Neocasal (1981): en busca de un sonido

El camino de Tino parecía seguir una única dirección: la música ligera. Para ello fue enviado a Escorpio, los estudios de Luis Cobos en los que debía grabar una serie de temas de corte balada italiana. Pero Cobos rápidamente se dió cuenta del gran talento y creatividad de Casal, recomendándole no grabar aquellos temas y hacer algo más actual.
Tras unos días de reflexión, Casal aceptó la propuesta de Cobos quien, al no sentirse capaz de ejercer como productor para lo que Casal requería, decidió contactar con Julián Ruiz, un joven productor y amante de la música que, además, tenía desde 1977 el programa de radio Plásticos y Decibelios, donde narraba toda la actualidad musical.
Julián habló con la compañía EMI para comenzar con la producción del primer álbum de Casal. La compañía aceptó y comenzaron a grabar en Escorpio el primer single, con Tino Azores como técnico de sonido y las importantes aportaciones de Cobos.
El primer sencillo, Champú de Huevo, dejaba claro cuáles eran las intenciones de Casal y dónde tenía puesto el punto de mira: en ese Londres que tanto conocía y tanto le había inspirado. Con sonoridades novedosas, muy new romantic, Casal sorprendía en 1981 a los oyentes españoles con esta canción, que sería con el tiempo una de las más recordadas de su carrera.
Javier Losada, teclista de Casal y personalidad muy cercana a él, afirmó que le sorprendió enormemente Champú de Huevo cuando lo escuchó en los estudios de Luis Cobos. Esos arreglos y sonoridades remitían a los grupos ingleses en los que tanto se fijaba Tino, encontrando una serie de planos muy llamativos dentro de la producción musical.
Julián Ruiz conocía al guitarrista Carlos García-Vaso por haber trabajado con él en el álbum póstumo de Nino Bravo. Le gustó su forma de tocar la guitarra y le sugirió participar en la creación de Neocasal. Carlos aceptó, siendo suyo el riff que escuchamos en Champú de Huevo. Además, las guitarras que utilizó Carlos para grabar este álbum fueron una Telecaster y la Godwin Guitorgan con la que Casal posa en la portada del álbum, guitarra que llevaba un distorsionador incorporado.
También cabe destacar el gran trabajo de Javier de Juan (batería) y Manolo Aguilar (bajo) en los discos de Casal, comenzando con este. Además, en Neocasal se introdujo incluso antes de que Kraftwerk lo hiciera, la idea de bajos funky en el technopop, pudiéndolo apreciar también en este tema: Champú de Huevo.
Aunque sería maravilloso hablar de todos los temas de Neocasal, debemos continuar nuestro repaso por la discografía de Casal. Pero es también destacable, entre todas las del disco, no solo la versión de Life On Mars? que Casal hizo de David Bowie, sino la preciosa Aquí en Viena:
Es importante destacarla porque demuestra las claras influencias que Casal tenía de grupos ingleses, como en este caso de Roxy Music y su canción My Only Love. Todo en esta canción es realmente interesante, desde la línea del bajo hasta las cuerdas sintetizadas o el uso del panorama con los efectos de sintetizador.
Tras la importante repercusión que tuvo Neocasal llegaría su siguiente álbum, el que verdaderamente le catapultaría a lo más alto de las listas españolas.
Etiqueta Negra (1983): la genialidad convertida en música

Etiqueta Negra fue el resultado de reunir un increíble esfuerzo y unas ganas enormes por hacer algo diferente, novedoso. Existen dos versiones del álbum, teniendo una incluída la canción Tigre Bengalí. De él podemos destacar grandes canciones como Póker Para Un Perdedor, Los Pájaros, Etiqueta Negra y, por supuesto, Embrujada. Nos centraremos en esta canción.
Embrujada, el tema que definitivamente cambió el rumbo musical de Tino Casal, empieza con toda una declaración de intenciones. Un acorde dispuesto en un voicing atípico y muy tensional, creciendo de volumen.
El tema Don’t you want me de Human League, que había sido número uno en las listas británicas en 1981 era por composición y por concepto de producción, la canción de referencia y “fuente de inspiración”. Quizás por ajustarlo a la tesitura de Tino Casal o por la magia de las tonalidades con teclas negras, Embrujada está compuesto medio tono más alto, en Bb- (en lugar de A-).
Por otra parte, la letra de Embrujada parece la representación de la película Sunset Boulevard de Billy Wilder hecha canción. En España se tradujo como El crepúsculo de los dioses y en Argentina como El ocaso de una estrella.
Julián Ruiz afirma que mezclar el tema Embrujada costó dos semanas, lo que es bastante increíble para una mezcla, pero si nos fijamos bien cada una de las secciones de la canción que suelen repetirse tienen un arreglo diferente o sino una mezcla distinta de las capas de instrumentos, dejando en un plano más importante o menos según que pistas, con la idea de generar variedad y que nunca se produzca el aburrimiento en el oyente.
En palabras del bajista Manolo Aguilar:
La anécdota es recordar con muchísima nostalgia y mucho gusto el diario con Tino. Las paradas a comer, el humor inteligentísimo, el pique por innovar musicalmente y sentir que estabas en el sitio donde está la hora del mundo. Porque con Mecano veíamos que era algo distinto, pero no teníamos la conciencia de que iba a ser ese alboroto ni mucho menos. Pero yo con el disco de Etiqueta Negra sabía que esa era la hora de la música en España, y la estábamos marcando nosotros.
En España en 1981 (año del estreno de MTV) la única televisión que existía era la TVE y las posibilidades de que el videoclip pudiera desarrollarse en su organigrama eran nulas. José Luis Lozano grabó en esos años Lobo-hombre en París de La Unión y Embrujada de Tino Casal. Este último es sin duda una de las grandes manifestaciones del videoclip postmoderno a nivel internacional.
La imagen desafía la narrativa convencional expandiendo la capacidad evocadora de la canción, siendo escasos los anclajes verbo-imagen. Este videoclip hubiera revolucionado la estética del technopop anglosajón si lo hubiera emitido MTV. Tanto Fabio McNamara como Costus participaron en su animación.
Los Pájaros también es otra canción a destacar en el disco.
Los pájaros es una canción compuesta en D Mixolidio, y que se fundamenta además de en D como I grado, en los acordes bVII (C) y IV (G). Rítmicamente es bastante complejo y atípico.
Para empezar, la frase musical se compone de tres semifrases, no de dos o cuatro, que sería lo habitual y, además de los cuatro compases que dura cada semifrase el cuarto es un compás de 2/4 excepto en la tercera semifrase que para cerrar vuelve al 4/4 y realiza el leitmotiv con el Vocoder diciendo “Los pájaros”.
Sin duda es una canción con mucho significado en su letra, como todas las de Casal. Con Etiqueta Negra alcanzó un gran éxito que trató de mantener un año después en su siguiente álbum.
Hielo Rojo (1984): La continuación del éxito

Después del gran éxito que supuso Etiqueta Negra, era necesario mantener ese nivel. Con Hielo Rojo llegarían otros grandes éxitos como Teatro de la Oscuridad, Pánico en el Edén, Hielo Rojo o Bailar Hasta Morir.
Casal, en el programa Tocata, definió así este nuevo álbum:
“Etiqueta Negra se vendió muy bien y creo que lo más eficaz de todo fue la puesta en escena, los conciertos en directo y un poco la acogida de la gente joven. Hielo Rojo es muy diferente a Neocasal y muy diferente a Etiqueta Negra. Es otro planteamiento, procuro en cada LP hacer cosas muy distintas. Tecnológicamente es muy importante, estamos haciendo cantidad de cosas con el Fairlight y con sonidos acústicos programados. Creo que se necesita un poco de tiempo para entender realmente de qué va la historia porque es un aparato muy complicado lleno de una cantidad de matices, pero la sónica que se consigue es, creo, definitiva.”
Pánico en el Edén consiguió ser sintonía de la Vuelta Ciclista en 1984.
Gracias a la promoción de La Vuelta esta canción obtuvo un enorme éxito, siendo una de las canciones más recordadas de este evento junto con el famoso tema Me Estoy Volviendo Loco de Azul Y Negro, grupo también producido por Julián Ruiz.
Pánico En El Edén estuvo ocho semanas en la lista española de los diez sencillos más vendidos, alcanzando el 23 de junio el primer puesto de la lista de éxitos de los 40 Principales. Julián, debido a su experiencia con Azul Y Negro (en 1982 y 1983) como sintonía para La Vuelta un año antes, ya sabía lo que tenía que hacer para conseguir otro éxito tiempo después, esta vez con Casal.
Otra canción destacable de este álbum es Bailar Hasta Morir.
El videoclip de esta canción fue realizado en 1984 por el programa La Bola De Cristal y marcaría la estética de Casal. Fue en esta grabación donde Javier Losada estrenó el famoso sintetizador Yamaha DX7, el primer sintetizador digital.
El riff del bajo que escuchamos al principio del tema, hecho precisamente con el Yamaha DX7, fue idea de Casal, como en la mayoría de canciones. En general Tino tenía muy claro cómo quería que una canción sonase, qué motivos melódicos utilizar, qué sonoridades sacar a cada instrumento…
Los músicos de sesión, especialmente Javier Losada, se encargaban de transcribir y transformar esas ideas en música, además de añadir todo el ingenio y profesionalidad. Se fiaban mucho del criterio de Casal, quien era muy exigente y no le importaba repetir las tomas que fuesen necesarias, incluso pasándose de tiempo en la producción.
Pero en plena gira de 1985, Casal sufre un esguince sobre el escenario. Pese a que los médicos le aconsejan reposo, él decide continuar la gira automedicándose calmantes para el dolor, pensando que no sería nada grave. Tristemente, al poco tiempo tuvo que ser hospitalizado a causa de una necrosis que casi le hace perder la pierna o incluso consecuencias mayores. La recuperación fue lenta y le obligó a estar en una silla de ruedas.
Lágrimas de Cocodrilo (1987): un resurgir apoteósico

Tal vez este sea el disco más barroco de Casal, poniendo toda la carne en el asador para preparar una vuelta espectacular tras su período de recuperación. Destacan canciones como Eloise, Oro Negro, La Piel Del Diablo o Lágrimas De Cocodrilo.
Podemos decir que Eloise fue el mayor éxito de Casal no solo en este disco, sino en su carrera en general. Se trata de una versión de Eloise (1968) compuesta por Paul Ryan y cantada por su hermano Barry Ryan.
Grabado en los estudios Dowbletronics de Madrid y producido también por Julián Ruiz, fue uno de los álbumes más exitosos de Casal, además de ser el segundo disco más vendido de 1988 tras Descanso Dominical de Mecano.
Eloise se grabó en Londres con Andrew Powell (arreglista de temas para Alan Parsons o el tema Music de John Miles que a Tino le gustaba mucho) como orquestador, arreglista y director de la gran orquesta que contrataron y que contaba exactamente con noventa y dos músicos.
Eloise fue la producción de Casal que más presupuesto requirió, pero mereció la pena. Aunque la letra es de Casal, no tiene nada que ver con la original, es realmente una increíble versión, además de escuchar una gran voz por parte de Casal mostrando su amplio registro.
Oro Negro también es una canción estupenda del álbum. Abriendo la cara B, no tiene nada que envidiar al resto de grandes hits de Casal. Se nota que este disco es más luminoso que los anteriores, por lo menos en cuanto a musicalidad, y la canción camina muy bien.
Respecto al videoclip, encontramos a Casal rodeado de distintos músicos, amigos suyos, entre los que podemos ver a Fabio McNamara tocando el saxofón. La estética de Casal está muy presente, no dejando nada a la casualidad y cuidando el más mínimo detalle.
Sin embargo, tras el gran éxito de este álbum las cosas se complicaron. Incluso la sociedad pareció evolucionar hacia una histeria con el cambio de década.
Histeria 1990 (1989): presagio de una decadencia

Casal ya estaba hastiado realmente de la industria musical para esta época. Las cosas habían cambiado, ya nada era como a comienzos de los ochenta e incluso intuía que la música iba por un camino donde la creatividad ya no era valorada. Y no se equivocó.
Histeria 1990 tal vez sea el disco más personal de Casal, quien, cansado ya de la industria, decidió dedicarse a la pintura, otra de sus grandes aficiones, además de tener un gran talento para ello desde muy joven.
Dentro del disco destacan canciones como Histeria, Tal Como Soy, Destino Casual o No Fuimos Héroes.
Se trata de una versión de Killing Me Softly de Roberta Flack. Con un tempo más acelerado, encontramos nuevamente una letra que no es la traducción de la original y que realmente tiene un gran significado.
En general en este álbum Casal se muestra mucho más transparente que en los anteriores, con letras mucho menos enigmáticas pero enormemente personales. Se nota un Casal más maduro y seguramente más cansado. Ya no es el mismo de Neocasal o Etiqueta Negra. La época no es la misma tampoco, todo ha cambiado.
Dedicada a Costus, que fallecieron ese mismo año, se trata de una versión de Don’t You Want Me (1981) del grupo Human League, importante referencia para Casal como también sucedía en Embrujada. La letra de la canción, de nuevo obra de Tino, es un claro mensaje para Costus, muy personal y transparente.
La versión de Casal no desmerece en nada a la original, con sonoridades interesantes y de un carácter mucho más luminoso en comparación a la de Human League. Si bien es cierto que Don’t You Want Me tiene ocho años menos que la versión de Casal, el avance de la tecnología se aprecia en cuanto a recursos y sonoridades.
Histeria 1990 fue un disco de despedida sin saberlo. El 22 de septiembre de 1991 Tino Casal fallece a causa de un accidente de coche en Madrid.
Recordando a Tino Casal
Tino Casal ofreció mucho más de lo que jamás se le podrá devolver. Nunca habrá homenajes suficientes. Iluminó el camino del arte, siendo un gran innovador, y se convirtió en una referencia para contemporáneos y generaciones posteriores.
En palabras de Javier Losada:
“Nos gustaba vivir o, por lo menos, creer que estábamos viviendo un momento muy especial, que luego siempre he pensado que realmente fue así. Tan especial que cuando Tino falleció, se desmoronó y se desvaneció y, en consecuencia, se nos apagó ese faro que nos guiaba, porque él era un gran innovador, un personaje que nos daba luz hacia donde mirar. Nos daba una dirección concreta y esas directrices se perdieron el día que nos dejó.”
Gracias por tanto, Tino.