El actual jugador de Los Ángeles Lakers, a sus 38 años, se acaba de convertir en el máximo anotador histórico de la NBA
Era un récord que parecía inquebrantable. Le pertenecía al mítico Kareem Abdul-Jabbar, quien militó en Milwaukee Bucks y en Los Ángeles Lakers durante 20 años de exitosa carrera. La cifra, los complicadísimos de conseguir 38.387 puntos, inalcanzable para cualquier mortal, ha estado vigente durante casi 39 años. Y tener que escribir este párrafo en pretérito es algo inaudito, que deja entrever, por sí solo, la grandeza de lo que acaba de lograr LeBron.
Pero ya se puede afirmar y remarcar. Antes del partido de anoche, era una simple expectativa. Hoy ya es una realidad: LeBron James, con 38.390 puntos (a 8 de febrero de 2023), es ya el máximo anotador de la historia de la NBA tras dejar atrás el mítico récord de los 38.387 de Abdul-Jabbar. Ahora le toca a King James decidir dónde está el nuevo techo.
Un Los Ángeles Lakers – Oklahoma City Thunder para la historia
El partido de anoche, que comenzó a las 4:00 de la madrugada (hora peninsular), tuvo todas las miradas fijas en James, como no podía ser de otro modo. Chosen One necesitaba 35 puntos para igualar a Kareem y 36 para superarlo en ese mismo partido con una diferencia ínfima de un punto. Logró 38 en una actuación espléndida.
Era el final del tercer cuarto. Russell Westbrook le acercó el balón. LeBron lo botó, probablemente tomando aliento antes de que la locura llegara definitivamente. Y con una suspensión hacia atrás, algo arriesgada, alcanzó la malla: eran los entonces 38.388 puntos (faltaban 2 más para cerrar la noche perfecta). El público de Los Ángeles estalló en júbilo. Gritos, aplausos, murmullos, fotografías, vídeos y hasta alguna lágrima se comenzó a derramar. Se estaba viviendo un momento para la historia de la NBA y cada quién lo vivió a su manera.
LeBron no supo ni cómo celebrarlo, porque seguramente tardó en digerir plenamente la hazaña. Y Kareem, quien se encontraba en la cancha, en un gesto de deportividad y admiración personal, abrazó a LeBron, en una fotografía en la que caben 76.777 puntos. Un campeón abrazando a otro campeón. Un coloso abrazando a otro coloso.
Los Lakers en caída libre
Pero seguramente, los Lakers, pese a felicitar a su actual jugador y celebrar el nuevo récord histórico de puntos como si de una victoria se tratase, esconden insatisfacción, pues ni LeBron citándose con la historia les basto para lograr el triunfo. Anoche volvieron a perder, 130 a 133. Y esta temporada ya son 30 las derrotas frente a las 25 victorias, situándolos decimoterceros y algo alejados de los puestos de play-in, pues solo mejoran la temporada regular de San Antonio y de Houston.
Que LeBron siga sumando puntos para su contador personal parece ser ahora mismo la única salvación posible para unos Lakers más que resquebrajados.