Un martes 22 de noviembre, Antonio Orozco llega al WiZink Center de Madrid pisando fuerte. Tras aplazar su concierto que, inicialmente, tenía previsto celebrarse el 15 de enero de este mismo año, el público con mucha ilusión esperó paciente a que Orozco diera comienzo a su gira «Aviónica»
A las 21:00 horas de una fría noche de noviembre, las luces del WiZink Center se apagaron mientras sonaba la introducción de Aviónica, su décimo disco, que salió a la luz en 2020. El público, emocionado, vio como el cantante se subía al escenario cantando Hoy. Entre aplausos, las canciones de Aviónica iban fluyendo y, ante el gran apoyo que los espectadores mostraban, Antonio Orozco fue incapaz de no emocionarse. El artista enmudeció mientras que el WiZink no dejaba de alabarle. Entre llantos, el artista finalmente fue capaz de articular palabra y de agradecer a todos los asistentes su presencia. «No hay ni un solo verso de este disco que no hable de ti», sollozaba el cantante.
Orozco en ningún momento se quiso olvidar de la pandemia, por lo que no dejó pasar la oportunidad de agradecer a todos los sanitarios, al servicio de limpieza, a los trabajadores de supermercados y a los periodistas, entre otros, su implicación y trabajo en tiempos tan difíciles. «No se si te lo han dicho antes, pero todos los que estamos hoy aquí, estamos hechos de pedacitos de ti», comentaba el artista, dando así paso a uno de los temas que más conmocionó al público. Tras esto, el cantante y su equipo interpretaron los temas más clásicos de su carrera, como Devuélveme la vida, Hoy será o Lo que tú quieras soy.
El concierto además contó con varias sorpresas. La primera de ellas, la aparición de su hijo Jan, quien, con tan solo 16 años, se atrevió a interpretar una de las canciones más esperadas por el público: Mi héroe. Antonio Orozco a la voz y Jan al piano, realizaron su propia versión del tema que emocionó a todos los que, desde las gradas y la pista, cantaban con ellos la canción. Al terminar, padre e hijo se fundieron en un profundo abrazo. «Los héroes son héroes porque nadie sabe que lo son», repitió una y otra vez el cantante, quién nombró y agradeció a todos los héroes que le acompañan en su vida.
Otra de las sorpresas de la noche fue la inesperada llegada del cantante y compositor español, Pablo López. Ante la atónita mirada del público, ambos interpretaron Entre sobras y sobras me faltas, una de las canciones más especiales del disco para el artista. De forma improvisada, los dos amigos también decidieron interpretar juntos El patio, un tema de Pablo López. Ante esto, el público sin palabras, inició un largo aplauso para ambos artistas.
Por último, el público no pudo despedirse sin felicitar a Orozco por su 50 cumpleaños. Mientras los espectadores cantaban Cumpleaños feliz, su hijo Jan volvía a entrar al escenario, esta vez para entregarle una tarta con velas. El artista, conmovido por todo el cariño que había recibido, volvió a dar las gracias a todos los asistentes su presencia allí. Tras el saludo final de toda la banda y el caluroso aplauso del público, el WiZink Center de Madrid volvió a encender sus luces, dejando atrás una mágica noche de la mano de Antonio Orozco.


