DART es una sonda de la NASA que ha formado parte de unas pruebas astronómicas que tendrán como fin garantizar una defensa planetaria, libre de asteroides, para la Tierra
El pasado 24 de noviembre de 2021, la sonda DART despegaba rumbo al espacio en un cohete de “SpaceX”. La misión, que ha acarreado un costo de 325 millones de dólares, ha sido objeto de muchas dudas y críticas en cuanto a la posibilidad de que saliera exitosa. Pero los físicos de la misión DART, han conseguido, tras mucho esfuerzo y cálculos, su objetivo.
La finalidad de la misión era conseguir modificar la órbita de un pequeño asteroide llamado Dimorfos. Este asteroide gira alrededor de otro más grande, Didymos, de aproximadamente un kilómetro de diámetro. La sonda DART (de 20 metros) colisionó con el asteroide Dimorfos (de 160 metros), a una velocidad de unos 24.000 km/h.
El objetivo es conseguir disminuir el período orbital, que actualmente está en 11,92 horas, en aproximadamente 10 minutos. Los resultados de los análisis se conocerán en unas semanas, cuando el equipo de físicos de la misión DART den a conocerlos. En los próximos días y semanas se utilizarán telescopios terrestres para estudiar a Dimorphos y cronometrar su órbita.
Muchos telescopios, de los más importantes, estuvieron observando el acontecimiento y fueron programados para recopilar datos. Evidentemente, se está a la espera de que se filtre y se publique una amplia gama de información proveniente del telescopio James Webb, Hubble y muchos otros situados en zona terrestre. Pero ha habido ciertas filtraciones, en las que podemos ver vídeos y fotos del impacto de DART contra Dimorfos. También se han publicado vídeos del impacto provenientes de las cámaras de la mini-sonda, “LINIACube”.
La defensa planetaria
“DART” no es nada más que el comienzo, de lo que debería ser, en un futuro, un sistema de defensa planetaria. Estos avances deben ser capaces de garantizar la seguridad del planeta y de la humanidad.
Los físicos y astrofísicos de la NASA recalcan que están muy emocionados y orgullosos de haber conseguido anteponerse al avance tecnológico y haberlo usado para un bien de uso común, como es la seguridad planetaria. Para ellos es importante que el avance tecnológico y científico no sea solo un privilegio de unos pocos. Critican que según va avanzando el progreso tecnológico y científico, la llave de los conocimientos y los recursos la van teniendo más los multimillonarios que los gobiernos. De seguir así, el avance tecnológico podría ser nuestro propio veneno, ya que al estar el poder en manos de una minoría podría ser usado para un mal fin.
Para poder llevar estas hazañas acabo se necesita de un montón de recursos y de inversión. Esta inversión deben estar garantizadas por los gobiernos. Los físicos recuerdan que sin una amplia gama de conocimientos y personal, no se podría seguir acelerando el progreso tecnológico tal y como lo conocemos. Cuando los gobiernos sean capaces de garantizar cierta competencia en la carrera espacial a entidades públicas, como la NASA o la ESA, se podrá garantizar que esté progreso será destinado a un bien común. Este bien común es necesario que tenga como bases el saber y la utilidad.
El siguiente objetivo de la NASA
El próximo gran objetivo de la NASA se enfoca en “Artemis I”, que dará comienzo a la vuelta de los viajes lunares. Para luego proseguir con “Artemis II” y enviar un viaje tripulado a la Luna por la primera mujer afroamericana.
“Artemis I”, que se espera que salga al espacio a mitad de octubre, llevará una sonda que orbite la luna durante 6 días, y la misión tendrá una duración de aproximadamente 25,5 días. Se buscará con la sonda realizar investigaciones científicas y demostraciones tecnológicas.
La gama de misiones “Artemis” tendrá como finalidad construir unas bases lunares para posteriormente hacer un viaje tripulado a Marte.
El proceso tecnológico y científico debe sujetarse al interés general, de tal manera, que no se use con una mala intención. La ciencia debe ser un bien de interés público.
