Tras el cierre de este último mercado de fichajes, la diferencia entre la competición británica y la española en cuanto al poder adquisitivo de sus equipos, ha dejado en evidencia las carencias de LaLiga en términos del reparto monetario.

Hace ya unos cuantos años que dejo de ser un secreto a voces que la Premier ha realizado un trabajo espléndido en cuanto al reparto de dinero entre sus equipos. Esto permite a la liga inglesa ser, si no la que más, una de las dos ligas más competitivas del mundo junto con la española. No hace falta ser un detective refutado para ver donde se encuentra esa diferencia adquisitiva, ya que el Nottingham Forest, equipo recién ascendido a la elite del futbol inglés ha desembolsado en fichajes la mareante cifra de 200 millones de euros.

Esto supone que un equipo recién ascendido ha invertido no solo más, sino el doble de millones en fichajes que lo que ha hecho el Real Madrid, cabe destacar que este es el actual campeón de LaLiga, por lo que los equipos ingleses ascendidos pueden tener el mismo o más poder adquisitivo que el campeón de la liga española.

Esta inversión tan abultada de los pequeños equipos es fruto del alto nivel de competitividad de la Premier. Sin duda, el obligar a equipos pequeños a hacer grandes inversiones resulta algo habitual en los últimos años en la élite del fútbol inglés. Sin irnos muy lejos, el Fulham de la campaña 18/19 invirtió 118 millones con el fin de mantener la categoría. Semejante es el caso del Aston Villa de la temporada 19/20, con un gasto de 160 millones en altas para mantenerse en la 1a división.

Panorama muy distinto el de la liga española, en el que observamos como equipos no solo recién ascendidos, sino asentados en competiciones europeas como es el Betis se ha visto con estragos hasta el último día para poder inscribir a todos los jugadores que deseaban. En cuanto a la comparación directa de los ascendidos, tanto Girona como Real Valladolid han finalizado el mercado con un gasto de 4 millones respectivamente. Distinto caso el del Almería, que tras volver a la primera división de nuestro fútbol ha decidido realizar una gran inversión desembolsada un total de 38 millones en fichajes.

Más allá de los equipos recién ascendidos, en general los equipos ingleses en su totalidad poseen un poder adquisitivo soberbio, con la posibilidad, como hemos visto, de poder reforzar sus ataques con jugadores en los que se ha realizado una inversión de grandes magnitudes como el Newcastle, quien ha desembolsado 70 millones por Alexander Isak, recordemos que el Newcastle finalizó la campaña 21/22 en undécima posición, cinco puestos por debajo del conjunto donostiarra quien ha visto partir a un pilar fundamental de su plantilla a un equipo de talla menor.

Caso similar le sucedió al Sevilla, quien vio marchar a uno de los dos pilares que conformaban su muralla defensiva, como era Diego Carlos al Aston Villa, equipo de menor calibre que los de nervión, pero con un mayor poder para afrontar una mayor ficha que los hispalenses.

Este hecho debe servir para darle una vuelta de tuerca a la competición y tratar de incentivar a los equipos a realizar mayores inversiones en fichajes para mantener la categoría mediante una mejoría en el reparto financiero por parte de LaLiga. Debemos mantener ese carácter de competitividad que hace a la liga una competición especial.

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