La nueva comedia se estrenó el pasado domingo con los dos primeros episodios en los que Arturo Valls reencarna a un actor y presentador de éxito condenado por un chiste contra la iglesia en la cárcel de Soto del Real “Dos años y un día”

Arturo Valls es uno de los rostros más conocidos de este país, desde que empezó como reportero y presentador en “Caiga Quien Caiga” junto a Manuel Fuentes y Juanjo Ramonet, entre otros, cautivo a la audiencia con su particular humor. Tras dejar los estudios de periodismo que nunca termino, ese primer trabajo en la pequeña pantalla fue compaginado como actor en “Camera Café”. Han sido varios los programas, series y películas que en los últimos años le han convertido en uno de los personajes más conocidos de nuestro país, “Descarrilados”, “Villaviciosa de al lado”, “Rey Gitano”, son algunas de sus películas más conocidas, que ha ido compaginando con programas como, “Me Resbala”, “Tu Cara Me Suena”, “Por el Mundo a los 80” o “Mask Singer”.
Ahora, se pone no solo al frente de una nueva serie como actor, sino que además se estrena como productor de la misma con un guiño a su tierra, “Pólvora” es como ha llamado a su nueva productora. Ya se pueden ver los dos primeros capítulos en la plataforma AtresPlayer Premium. Aunque si está prevista, se desconoce cuándo será la emisión en abierto en Antena 3. Como ya es habitual en todas sus series, cada domingo podrá visualizarse un nuevo capítulo hasta completar la primera temporada de seis episodios.

En las dos primeras entregas de esta serie, con una duración de 30 minutos cada una, podemos ver al protagonista Carlos Ferrer (Arturo Valls), acudiendo a un pregón de carnaval haciendo unos chistes desafortunados que no gustan nada y es denunciado por una asociación de abogados de creencias religiosas. El juez devoto de la virgen le condena a dos años y un día en Soto del Real, una cárcel dirigida por Laura Ruibal (Adriana Torrebejano) que tras ganar el concurso que presentaba Carlos Ferrer consigue pagar sus estudios para ocupar el puesto, ella cree en la cromoterapia, cree que con los colores puede mejorar la vida de los presos con actos como cambiar el color de los monos de la cárcel e intentara por todos los medios que el famoso preso se encargue del taller de teatro. Durante la estancia del presentador en la cárcel, tendrá cerca un preso de confianza Adolfo (Javier Botet) que tiene una obsesión con que nadie se suicide. En el reparto también destaca la participación de Amaia Salamanca que será la mujer de Ferrer y Fernando Gil que será el vigilante de la cárcel que tampoco se lo pondrá fácil al nuevo presidiario.
Una serie cómica, pero como ya viene siendo normal, una ficción basada en hechos reales, con un toque de critica a los límites del humor. Una producción prometedora y un muy buen comienzo de la productora de Arturo Valls, que todo parece indicar que no será la última que realice, ya que en declaraciones del propio valenciano ha sido una muy buena experiencia.