Los niños españoles podrán vacunarse a partir del 15 de diciembre tras el visto bueno de la Comisión de Salud Pública.
El Comité de Salud Pública, integrado por técnicos del Ministerio de Salud y de las Comunidades Autónomas, ha aprobado la vacunación infantil para los niños de entre 5 y 11 años. Se espera que España reciba la primera dosis de Pfizer el 13 de diciembre, y dos días después, una vez distribuida, 3,3 millones de menores en España serán vacunados en este grupo de edad. Según un informe del Ministerio de Sanidad, en la primera semana de enero llegará el segundo lote de 2,4 millones de dosis de la vacuna.
Con la vacunación se pretende bajar la incidencia en este grupo de edad, ya que es en el que la tasa de casos es mayor, al ser el único que no está vacunado: 412,10 contagios notificados por cada 100.000 habitantes, según la última actualización de datos. Serán las propias Comunidades Autónomas las que organizarán la vacunación, de la misma manera que ocurrió con la vacunación en los adultos.
“En este sentido, la comisión destaca la importancia de proteger a los menores de estas edades no solo de la enfermedad en su faceta aguda, sino también ante posibles afecciones a futuro y frente al síndrome de COVID persistente”, señala el comunicado emitido por el Ministerio de Sanidad.
Aunque por el momento solo se administrarán dosis de Pfizer a los niños, se espera que la Agencia Europea del Medicamento apruebe pronto la vacuna pediátrica de Moderna.
El debate de la vacunación en niños
La Asociación Española de Pediatría expone los argumentos a favor y en contra acerca de la vacunación para los más pequeños. La asociación aclara que la dosis que se suministrará a los niños es sólo “un tercio de la dosis utilizada por los adultos”, lo que también reduce los posibles efectos secundarios. Uno de los argumentos más convincentes para la aprobación de esta medida es que también existen complicaciones por la infección por SARS-CoV-2 en este grupo, como el COVID persistente, que puede evitarse mediante la vacunación.
Sin embargo, la AEP también señaló que existen argumentos en contra de esta vacunación infantil. En la actualidad, “la incidencia de la pandemia de COVID-19 en España es muy baja y la enfermedad que causa el SARS-CoV-2 en los niños es generalmente leve”, lo que haría innecesaria la vacunación en niños. Además, temen que la vacuna produzca efectos secundarios diferentes a los que han aparecido en los ensayos clínicos, como miocarditis en adolescentes y adultos jóvenes.