La historia de la Bruja Malvada del Oeste llega a su fin en ‘Wicked: Parte II’
Ya está en cines Wicked: Parte II. Un año después del éxito de la primera entrega, llega su otra mitad: una película filmada de forma simultánea y que adapta el segundo acto del musical que continúa arrasando en Nueva York, Londres y, ahora también, Madrid.
Tras desafiar al Mago de Oz (Jeff Goldblum) y ser difamada por él y Madame Morrible (Michelle Yeoh), Elphaba (Cynthia Erivo) intenta proteger a los animales frente a las amenazas y mentiras del régimen. Mientras tanto, Glinda (Ariana Grande) respalda al Mago junto a un Fiyero (Jonathan Bailey) que no parece convencido de estar en el bando correcto.
Muchos fans coinciden en que, pese a la solidez de la historia en su conjunto, el acto II de Wicked es considerablemente más flojo que un primer acto cuyo clímax, Defying Gravity, resulta prácticamente insuperable. Lo mismo ocurre en su adaptación cinematográfica: Wicked: Parte II no alcanza las cotas de su predecesora.
La historia avanza a trompicones y tarda en ganar ritmo en sus primeros tramos, y la banda sonora no resulta tan memorable; aunque cuenta con excepciones como la espectacular No good deed, donde Cynthia Erivo vuelve a demostrar ser una actriz y cantante de primerísimo nivel. Las dos canciones originales compuestas para el film funcionan como aportaciones sólidas y bien integradas, especialmente No place like home, cuya poderosa letra reivindica la lucha por defender la propia tierra y el hogar.
Uno de los principales aciertos de esta Parte II es, precisamente, su trasfondo político en torno al hogar, el racismo y la propagación de bulos, un enfoque que permite establecer paralelismos claros con la realidad. Resulta inevitable asociar la persecución del Mago hacia los animales con las políticas de Donald Trump hacia los inmigrantes en Estados Unidos, especialmente con sus redadas llevadas a cabo por agentes de ICE.

Tal vez por ese compromiso tan férreo sorprende —como ya sorprendía en el musical— que la relación entre Elphaba y Glinda se mantenga tan fuerte, pese a que esta última rehusó acompañar a Elphaba para enfrentarse al mago, aun conociendo la verdad, al final de la película anterior. Aunque es cierto que la complejidad de su vínculo ha sido siempre el corazón de Wicked, lo que atrae a los fans y ha convertido a Cynthia Erivo y Ariana Grande en figuras tan cercanas, además de fuente de memes en eventos y entrevistas.
La fuerza y madurez del relato, las conexiones bien elaboradas con El Mago de Oz y las actuaciones de todo el reparto —desde sus icónicas protagonistas hasta el carismático Jonathan Bailey, sin olvidar a la deliciosamente malvada Michelle Yeoh—, hacen de Wicked: Parte II una continuación sólida, pese a sus carencias, que ofrece en última instancia ofrece un final satisfactorio para la historia de Glinda la Buena, la Bruja Malvada del Oeste y el mundo mágico de Oz.