La banda británica Simply Red ofreció, el pasado jueves 9 de junio, un concierto en Madrid como parte de su gira de verano. Organizado por Madrid Escena, el espectáculo se llevó a cabo en el Auditorio del Parque Tierno Galván. Si quieres saber cómo fue, ¡sigue leyendo!

Después de escuchar al telonero Juan Zelada, la banda Simply Red liderada por Mick Hucknall apareció sobre el escenario con apenas escasos minutos de retraso. Los músicos que vimos sobre el escenario no son los originales de la agrupación, a excepción del cantante Mick, aunque llevan casi veinte años en la banda.

El saxofonista Ian Kirkham es el más veterano, no de edad, sino por llevar en la banda desde 1986 (sin incluir a Mick Hucknall), un año después del lanzamiento de Picture Book, primer álbum de Simply Red. El último en incorporarse al grupo es el batería Roman Roth, en 2015.

Los otros miembros que encontramos en Madrid Escena fueron: Kevin Robinson (trompeta y coros), Kenji Suzuki (guitarra y coros), David Clayton (teclados) y Steve Lewinson (bajo y coros).

Miembros actuales de Simply Red.

Se apreciaban muchos detalles sobre el escenario que nos llevaban hacia lo vintage, como la microfonía por cable de Mick cantando con un modesto Shure Beta 58, el repertorio escrito en hojas de papel y pegado con cinta adhesiva en lugar de una pantalla de karaoke o incluso la letra escrita de alguna canción.

Aunque el cumpleaños de Mick fue el día anterior al concierto, todo el público le felicitó cantándole el cumpleaños (Happy Birthday), a lo que él respondió que ya había pasado.

La banda pareció tocar muy relajada desde el primer momento, conocedora perfectamente del repertorio que llevaban pues, como dijo Mick, eran sus canciones favoritas y también sus grandes éxitos.

El concierto por momentos pareció ser un viaje en el tiempo. Comenzaron con dos temas de su primer disco, Picture Book (1985): Look At You Now con su característico arreglo de voces al comienzo del disco y Come To My Aid, consiguiendo la calurosa recepción de un público entregado desde el primer momento.

Tras el empujón inicial, interpretaron otras canciones recientes y menos conocidas como Ring That Bell perteneciente a su último álbum Blue Eyed Soul (2019), nombre con el que algunos críticos han definido el estilo de Simply Red o grupos como Hall and Oates.

Simply Red en plena actuación. Fotografía realizada por Paladín.

Pero en seguida la banda volvió a sus temas de los ochenta con A New Flame, canción que daba título a su tercer álbum de 1989. Seguidamente, interpretaron Your Mirror y, tras esta, la canción más representativa de la banda, su primer gran éxito: Holding Back The Years con la que alcanzaron el primer puesto en la lista Billboard de Estados Unidos y el segundo en las británicas en 1986.

En algunos de los temas más sofisticados se pudieron apreciar algunos fondos musicales grabados con coros de voces masculinas y femeninas, así como la percusión y algunas cuerdas. Estos fondos grabados resultaron muy efectistas a la hora de unir canciones como Stars, otro de sus grandes éxitos, y Sunrise, construida a partir de la canción de Hall & Oates I Can’t Go For That, comenzando ambas con un característico patrón de caja de ritmos analógica, una línea de bajo ostinato y un arpegio de sintetizador.

Simply Red durante el concierto. Fotografía realizada por Paladín.

El concierto se cerró con otro de sus mayores éxitos: Fairground, con el que alcanzaron el primer puesto en las listas británicas de 1995, manteniéndose en esa posición cuatro semanas consecutivas. Además, esta canción a ritmo de samba fue la precursora de una forma de componer para Simply Red a partir de un sample de otra canción, en este caso, el tema Give It Up de The Goodmen.

Con el fervor “sambero” sobre el escenario, el concierto terminó con una gran sensación de fiesta que animó al público a dar ánimos y muestras de cariño a la banda.

Los bises fueron la canción Thinking Of You que abre su último disco, el tema de 1985 Money’s Too Tight (To Mention) y la esperadísima If You Don’t Know Me By Now, una versión de Harold Melvin & The Blue Notes con la que se despidieron del público entre grandes aplausos.

Mención aparte merece la maravillosa voz de Mick Hucknall, que estuvo pletórico. A sus sesenta y un años cantó todo en el tono original y sin prácticamente evitar un solo agudo o una sola de sus numerosísimas coloraturas vocales.

El público cantó casi tanto como la banda y disfrutó de un concierto cuyo sonido fue exquisito, cristalino. Si la perfección existe, Simply Red estuvo muy cerca.

Por Marta Iglesias

Musicóloga y cantante. Correo electrónico: martaibx@gmail.com Instagram: @martaibx Twitter: @MartabrocOli