Con tan solo 24 años la nadadora paralímpica María Delgado Nadal ha competido ya en dos Juegos Olímpicos, los de Río y los del pasado año en Tokyo. En “22 minutos con” hemos tenido el placer de hablar con ella y conocer de primera mano su gran pasión por el deporte o como solventa las dificultades que se encuentra a la hora de practicar natación.
¿Cómo llego el deporte a tu vida?
El deporte a mi vida llego gracias a mis padres. Fueron ellos quienes me iniciaron en el deporte, me apuntaron con 7 años a hacer varias actividades deportivas para que me relacionara e hiciera actividad física.
Llegaste a competir a nivel nacional no solo en natación sino también en atletismo, ¿Qué es lo que tiene la natación para que finalmente te decantes más por este deporte?
Me gustaban ambos deportes, pero es cierto que en natación destacaba un poquito más. Al final ganar en un deporte siempre gusta y tira más a la hora de la competición.
¿Qué dificultades te has encontrado a la hora de practicar natación?
Mi discapacidad viene de nacimiento entonces las dificultades me las puedo encontrar en el día a día y esas dificultades las voy salvando con pequeñas adaptaciones. En mi caso, no encontraba ninguna dificultad grande, eran todo pequeñas dificultades, como por ejemplo a la hora de hacer el viraje de espalda. A los cinco metros hay unas banderas que te indican que estas llegando a la pared, yo esas banderas no las veo y simplemente a mi me dan con una especie de palo en la cabeza que tiene una cosa acolchada en la punta y así se que estoy llegando y puedo dar el volteo y seguir nadando.
¿Cómo suele ser tu día a día?
Yo ahora mismo vivo en el centro de Alto Rendimiento de Madrid y estoy estudiando de manera online. Así que básicamente me levanto, desayuno, si tengo alguna tarea pendiente en ese rato la hago, a las diez me voy a entrenar a la piscina, estamos unas dos horas de agua, luego vamos una hora al gimnasio, vengo a comer y por las tardes tengo tres tardes a la semana libres y el resto de los días piscina. Por eso, las tardes libres intento aprovecharlas para estudiar.

Estas graduada en Ciencias del Deporte y actualmente estudias un Master de Alto Rendimiento, ¿Cómo compaginas deporte y estudios?
Estoy terminando el máster y en principio me he matriculado para el año que viene en un máster de gestión deportiva, sigo estudiando porque es algo que me gusta y me mantiene un poco fuera del deporte que para mí también es importante. Es difícil compaginar estudios y deporte sobre todo en la carrera que era todo presencial y los profesores muchas veces no entendían que te dediques de manera tan profesional al deporte. Entonces es invertir el poco tiempo que tienes libre en estudiar, no dormir ninguna siesta (risas), y mucha fuerza de voluntad porque tenemos muy pocos ratos libres. Incluso en los viajes, en el tren o en el avión estudiar, yo recuerdo llegar al gimnasio veinte minutos antes de la hora, porque salía de clase un poco antes y esos veinte minutos en vez de estar tumbada en la colchoneta, estar leyéndome los apuntes porque sino no llegaba al examen del día siguiente.
Competiste en los JJOO de Rio de Janeiro llevándote dos medallas, ¿Cómo viviste toda esa experiencia?
Eran mis primeros juegos, tenía 18 años, ya tenía bastante experiencia internacional porque llevaba compitiendo con la selección desde 2013 y para mí era cumplir un sueño, el ir a unos Juegos era el llegar a lo más alto, el hecho de ir. Si que te imaginas poder ganar una medalla, pero no te ves ganándola en la realidad. Fue eso, un auténtico sueño estar allí, el poder competir en un estadio de esas características con esa cantidad de público. El ambiente en general, de unos juegos es completamente diferente al de cualquier otra competición y el momento de las dos medallas fue espectacular.
Y, además, llegaste a batir dos récords del mundo en 50 metros espalda y 200 metros espalda en piscina corta, ¿Qué es lo que te mueve a estar continuamente superándote a ti misma?
Yo creo que los deportistas tenemos un poco esa esencia, el querer entrenar para ser mejores, para demostrarnos a nosotros mismos que todavía se puede correr un poco más o nadar más rápido, y es lo que nos mueve cada día a dejarnos la piel en la piscina, en la pista o donde sea.
¿Cuáles van a ser tus próximos retos en el plano deportivo?
Estoy recién operada de una hernia en la espalda, bueno llevo ya nueve semanas operada, he vuelto a nadar y en principio me gustaría llegar en las mejores condiciones posibles al mundial de este verano que es en Madeira en junio. Así que el principal reto es ese y por supuesto París 2024.